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"Un pequeño, pero merecido" homenaje a "una maestra ejemplar"
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"Un pequeño, pero merecido" homenaje a "una maestra ejemplar"

Actualizado 13/07/2014
Redacción Ledesma

LEDESMA | La villa recuerda con una calle que llevará su nombre a Ángela Benito Heras, durante 35 años profesora de la escuela

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Familiares, amigos y vecinos se han sumado al homenaje a la que durante 35 años fue maestra de Ledesma, Ángela Benito Heras. Un homenaje" pequeño, pero merecido", tal y como apuntó el alcalde, José Prieto, durante el acto que tuvo lugar en el patio del Ayuntamiento, y en el que también intervino uno de sus hijos, Manuel Gómez Benito, acompañado de sus cuatro hermanas. Un acto para recordar la figura de una mujer, añadió Prieto, "una maestra ejemplar", cuya "simpatía y admiración aún perdura en el recuerdo de todos". Desde ahora, una calle llevará su nombre, la Ronda Maestra Ángela Benito Heras, calle en la que hoy, por cierto, se ubican, entre otros, la biblioteca municipal y la guardería.

Ángela Benito nació en Barcelona en el año 1898, y como reza un documento de la Sección Administrativa de Primera Enseñanza de la provincia de Salamanca, fue nombrada en 1925 maestra de la escuela nacional de párvulos de Ledesma. En aquella fecha, el sueldo anual de una maestra era de 3.000 pesetas. Antes, y tras haber obtenido el título de Maestra de Primera Enseñanza en 1916, ejerció en Miranda del Castañar. En 1933, era nombrada maestra de la escuela nacional de niñas de Ledesma Santa Elena.

Nadie mejor que los que fueron sus alumnos, y vecinos de la villa, para recordarnos quién ha sido para Ledesma doña Ángela. Así rezaba la crónica de su traslado de Ledesma del que se daba cuenta en el periódico. "¡Se nos va doña Angelita! Es la exclamación de sorpresa que hemos oído en varias tertulias. Y, efectivamente, hemos indagado la veracidad de tal afirmación: doña Angelita se nos marcha. Para cualquier ledesmino no hace falta decirle quien en doña Angelita; para los demás diremos que es una señora maestra, así, con mayúsculas todas, sencillamente eso". Doña Angelita se trasladaba a Salamanca para continuar con su carrera (hasta su jubilación a finales de la década de los 60), y donde, como apuntaba la crónica, "residen todos o la mayoría de sus hijos, con los cuales, desde ahora, vivirá sin la preocupación del coche correo de los lunes y sábados. Nos causa a todos una gran pena, una tristeza profunda despedir a la mujer que, por sus propios méritos, se granjeó el aprecio de todos sin distinción de clases sociales: pues si el alto la aprecia y la respseta, el bajo la adora y la reverencia, en el sentido humano".

El acto de homenaje que tendrá lugar en Ledesma arrancó con una visita al cementerio, a la que siguió una misa en Santa María La Mayor.

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