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Actualizado 22/05/2014
Enviado por Isaura

HABRÁ QUE REPLANTEARSE EL SER DONANTE

Donar un cuerpo a la ciencia es un gesto noble, compasivo y humanitario ya que los beneficios para el estudiante son enormes y es el último regalo que un ser humano hace a la sociedad.

El médico aprende, mejora el procedimiento quirúrgico sin poner en peligro la vida de un paciente, los estudiantes trabajan, conocen como es un individuo, tejido, sistemas nerviosos, sistema cardiopulmonar, respiratorio, piel, cerebro?etc

Con esta generosa donación los investigadores desarrollan nuevas técnicas quirugicas,cirugías artroscopicas,plástica,por ejemplo en grandes quemados, acercamiento a órganos internos, todo estudiante de medicina aprende a evaluar y entender la entramada red del ser humano, no solo médicos y futuros médicos, también enfermeras, fisioterapeutas?

Toda familia de donante debe sentirse orgullosa de tener dentro de su núcleo, un ser tan generoso, aunque es doloroso, saber que no va tener un sitio donde llorarle y recordarle, si esa es la voluntad del que va fallecer, no dude en cumplirla, pero le imagino muy disgustado, impotente e indignado al ver montones de cadáveres apilados, trozos de miembros, hacinados, sin lo único que junto a la libertad ha de tener el ser humano "dignidad", me refiero a los

250 cadáveres que duermen de la peor manera, solo imaginable en películas de terror. Son fotos difíciles de olvidar, y no están fuera de nuestro entorno, son nuestros difuntos, nuestros amigos o familia, que están apilados en la Universidad Complutense de Madrid y no por causa de una masacre o accidente natural, personas altruistas que desearon dejar un granito de arena para avances cirujanos.

Me consta, que Medicina es una facultad con suficiente presupuesto para no llegar a esta situación, pero el dinero se escapó (no estaba momificado en formol) entre las rejas de la nebulosa administrativa.

Estas personas merecen un respeto Sr Carrillo, señor Ramón Mérida, todos sabemos que no somos ricos y dice que no hay peligro de contaminación ¿lo dirían si lo hubiera?, dudo mucho de sus verdades o medias mentiras. Si hoy levantaran sus cabezas figuras con Ramón y Cajal, Severo Ochoa, Dr. Marañón y tantos mas, no sentirían vergüenza al ver como investigadores anónimos dejan sus pestañas pegadas a los artilugios de investigación, para que personajillos con ansia de dinero y poder manchen una gran labor.

Piensen si una sociedad donde la perdida de valores y dignidad es la constante, es digna de un gesto altruista como el suyo.

Isaura Díaz Figueiredo

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