¿Vuelve la pasión?

No, no me refiero a un nuevo perfume anunciado por Antonio Banderas. Tampoco a la ya inminente vuelta a la actualidad mundial de nuestra selección de fútbol, La Roja (¡si algún desaparecido dictador levantara la cabeza!). Además lo planteo como interrogante, como pregunta al aire, porque a pesar de que me encantaría poder afirmarlo entre signos de admiración (¡Vuelve la pasión!) aún tengo serias dudas. Hoy quiero detenerme en los resultados de las recientes elecciones europeas, porque presentan ciertos rasgos que las diferencian de las de 2009.

Para mí, confieso que ha sido un alivio que el porcentaje de participación fuera, al menos, similar a las anteriores, pero me pregunto si ha ido a votar la misma gente, porque lo que no cabe duda es que si así no han votado lo mismo, el castigo al bipartidismo ha sido más que notable.

Mientras en el Reino Unido ganaban los euro-escépticos, mientras en Alemania se mantenían los conservadores y en Francia se imponía la ultraderecha, en países "más cálidos" como Italia, Grecia y el nuestro país las propuestas desde la izquierda han ganado terreno, si bien es cierto que una izquierda muy muy dispersa lo que les resta fuerza y es en esta cuestión donde me quiero detener porque yo creo, es sólo una suposición, que esto ha sido consecuencia de la mayor participación de los jóvenes, de los que no vivieron la transición, unas generaciones nuevas que irrumpen con fuerza.

Los jóvenes son (sino quién podría serlo) apasionados y tal vez ellos logren remover la actual calma chica reinante y "fustigar" con pasión a todos los interesados en mantener las cosas como están, que son muchos. Frente a la apatía política esa inclinación o preferencia por algo, que es la pasión, puede ser un estímulo esencial. Se les criticara, eso seguro, trataran de desacreditarlos incluso desautorizarles, pero no es que se hallan ganado el derecho a participar en la acción política, es que siempre lo han tenido, aunque muchos de ellos no fueran conscientes de ello. Los jóvenes vuelven a interesarse por la política y eso, sin duda, es una gran noticia. Todos necesitamos su frescura, su desfachatez, incluso, su insolencia y si cometen errores, pues están en su derecho, por tanto ¡Bienvenidos!

Los efectos de unas políticas que consideran equivocadas les golpean con dureza, quieren cambios, y ya no confían en que los actuales responsables sean capaces de llevarles a dónde quieren ir. ¿Son pocos? Tal vez, pero como acertadamente dijo el admirado y recientemente fallecido Quino: Una pulga no puede picar a una locomotora, pero puede llenar de ronchas al maquinista.

Yo sólo os rogaría una cosa: sentido común. Se abren nuevos tiempos y por tanto son indispensables nuevos modos. Para enfrentar un nuevo ciclo, tan importante como un corazón "caliente" es una cabeza "fría". Por favor, no recurráis a lo de siempre, al insulto fácil, a la frase chabacana, al enfrentamiento soez y barriobajero, al permanente deseo de desacreditar a todos aquellos que no comparten vuestras opiniones, imponer nuevas reglas de juego. Si no lo hacen ¿cuál será vuestra seña de identidad, lo que os haga diferentes? Para terminar otra la admirable frase de Quino, que creo resume bien lo que quiero deciros, esta vez por boca de Miguelito que aconseja a su amiga Mafalda en la viñeta que acompaña este texto. ¡Suerte chicos y chicas, a partir de hoy todo depende de vosotros! Soy el futuro y el futuro es vuestro. Apasionaros y apasionarnos.