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Cómo han cambiado las relaciones modernas debido a la tecnología
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Citas por internet

Cómo han cambiado las relaciones modernas debido a la tecnología

Actualizado 14/01/2021
Redacción

La tecnología ha introducido muchos cambios en cómo se desarrollan nuestras relaciones y citas. Siempre habrá nostálgicos de los tiempos pasados, pero nos guste o no, parece que no quedará más remedio que adaptarse

Si hay algo que nos ha dejado claro este año 2020 es que las cosas cambian. Algunas momentáneamente y otras para siempre, pero el ser humano está en constante adaptación.

Uno de los cambios más importantes de este siglo ha sido la generalización de internet. Con ella, ha cambiado cómo compramos, cómo nos informamos y, por supuesto, como nos relacionamos.

Las citas online han sido una auténtica revolución en la vida sentimental de los españoles, porque han abierto la puerta a que muchísimas personas tímidas disfruten de ellas. Conocerse a través de un sitio de citas es, en general, más fácil, rápido y sobre todo, se adapta mejor a nuestro ritmo y estilo de vida actual.

¿Qué ha supuesto este cambio?

Las personas están menos solas

Aunque se acusa a los tiempos actuales de que en ellos hay muchas personas solas, lo cierto es que la soledad es un problema histórico del ser humano. Las nuevas tecnologías permiten tener relaciones con personas que de otra manera sería imposible conocer y permite también hablar con nuestra pareja en cualquier momento, aunque se encuentre a kilómetros de distancia.

Por supuesto, hay casos de personas que se aíslan debido a internet, pero para el gran público es una herramienta útil precisamente para lo contrario: comunicarse.

Un gran mercado en el que elegir

Otra crítica habitual al amor online es que convierte las citas en una especie de mercado. En una web para ligar puedes ver los perfiles de los candidatos como si fueran frutas en un supermercado.

Para algunos, esto desnaturaliza las relaciones, pero otros lo ven como una ventaja porque pueden buscar, con facilidad, personas que cumplan con ciertos requisitos importantes para ellos.

Han vuelto los mensajes escritos

Con la aparición y generalización del teléfono, las notas de amor entraron en crisis. Las cartas y notas escritas seguían siendo románticas, pero conllevaban un esfuerzo extra que consistía en acercarse al domicilio del destinatario o esperar a que lo hiciera el servicio de correos. La llamada telefónica era, por su parte, instantánea.

Internet nos trajo los servicios de mensajería y el correo electrónico con dos características muy potentes: 1) son gratis y 2) son instantáneos; y con ellos volvieron las notas de amor.

Despersonalización de momentos importantes

Enviar un mensaje escrito resulta mucho menos intrusivo que exponerse para decir algo en persona. Tanto las declaraciones de amor, como el momento de comunicar a la pareja que la relación ha terminado, son situaciones que muchos preferirían evitar y la tecnología ha posibilitado que pueda hacerse de una forma menos agresiva para quien comunica: un mensaje escrito a través del móvil.

Menos control para los jóvenes

Cualquiera que tenga una edad sabe lo que suponía llamar a la casa de tu pareja cuando todavía vivía con sus padres y la relación estaba empezando. Las nuevas tecnologías han hecho que estas situaciones prácticamente desaparezcan.

Malentendidos

La comunicación a través de internet carece de la comunicación no verbal. Los chistes, las ironías, los emoticonos e incluso los me gusta pueden tener muchas interpretaciones y no controlamos cuál será la de nuestra pareja.

Además, este problema no solo puede surgir debido a los mensajes que intercambia la pareja en sí, sino que puede dar pie a celos infundados. Un me gusta de una tercera persona puede ser un acto muy inocente que genere una reacción exagerada de una pareja demasiado celosa o controladora.

La tecnología ha introducido muchos cambios en cómo se desarrollan nuestras relaciones y citas. Siempre habrá nostálgicos de los tiempos pasados, pero nos guste o no, parece que no quedará más remedio que adaptarse.