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‘Aeque principaliter’ o el silencio de los corderos
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LA OPINIÓN DE JUAN JAVIER GONZÁLEZ LÓPEZ

‘Aeque principaliter’ o el silencio de los corderos

Actualizado 09/01/2021
Juan Javier González López

Sacerdotes, sean valientes y hablen. No sean víctimas del inmovilismo, no sean cómplices de este silencio que nos ahoga

"El amor se ha de poner más en

las obras que en las palabras".

San Ignacio de Loyola, Ejercicios Espirituales. 230

Desde el 2019 hay por tierras charras, esas que están más al oeste, un rebaño sin pastor al mando. Hay un conjunto de ovejas, y unos pocos corderos, que van comiendo pasto por inercia y no por razón de ser. De vez en cuando, tres o cuatro veces por semana, un pastor mayor y jubilado los atiende, para que no estén abandonadas y no dé más que hablar a la gente de la comarca. El responsable del rebaño, que tiene alguno más al mando, parece que no ve necesario mandar un nuevo pastor a este, ya que son pocas ovejas y aún menos corderos. Las ovejas se resisten a creerlo, algunos corderos luchan para que no, ya que, aunque el pastor esté de paso, ellos seguirán, pero hay algunos pocos corderos, que les da igual su rebaño. Posiblemente hayan oído que al este hay otro rebaño al que unirse, con unas pocas más de ovejas, pero de corderitos? poco más o menos. Hay algunos corderos que luchan e intentan que el rebaño siga en pie, con dignidad de tal y con el respeto, por la tradición de haber ido pasando de pastor en pastor a lo largo de los siglos, que se merece, pero el resto de los corderitos, que son un poco inmovilistas, balan para que estén callados y pase el tiempo?

Podría perfectamente ser el comienzo de un cuento o un libro de enseñanzas populares, pero no. Esto es lo que está pasando en Ciudad Rodrigo: ciudad, comarca y diócesis.

Estamos viviendo un momento crucial para la diócesis de Ciudad Rodrigo, para la Ciudad y para la Comarca. Hay muchos rumores que dan por hecho la anexión de la Diócesis de Salamanca a la de Ciudad Rodrigo (¿por qué lo vamos a tener que decir al revés?), dado que su obispo ya ha presentado la renuncia al Papa. Según estos rumores, que no son más que rumores, aunque muy preocupantes, nos quieren hacer creer que el obispo, nombrado para ambas diócesis, se irá a vivir a Salamanca. Nos lo quieren imponer antes de que sea.

Pero ¿por qué? ¿por qué eso desprecio a una institución que funciona francamente bien? Es una cosa que ni el que lee, ni el que lo escribe es capaz de contestar. Porque no hay otro motivo que ese desprecio a la sencillez y desconocimiento de la tierra. Que es lo que es Ciudad Rodrigo, humildad y sencillez. Y sí, somos humildes y sencillos. Como nuestra tierra.

Muchos, de dentro y de fuera, están deseosos, parecería como aves de rapiña, del nombramiento de un obispo para ambas diócesis. Un obispo que gestione a la par dos territorios diferentes, con curias diferentes e instituciones diferentes.

Pero la joya de la corona, lo que muchos quieren es la unión aeque principaliter, esto es la unión de dos diócesis, sin la desaparición per nomine, es decir, juntan dos diócesis bajo un mismo obispo, creando una concatedral, echen a volar la imaginación y adivinen cuál sería, y diciendo que sigue siendo diócesis plena. Esto traería consigo una cierta serie de circunstancias. Como que viéramos al obispo de 20 de enero en 20 de enero y cuatro días más, con el tiempo acaba desapareciendo la diócesis y el nombre. Acuérdense de este párrafo.

Y mientras tanto, ¿Qué hacemos? Nos callamos, sale uno en defensa de nuestra diócesis y de nuestro futuro, sí, de nuestro futuro, y sus compañeros se quedan en la retaguardia.

Señores sacerdotes:

Sean valientes, sean constantes y alegres. Sepan defender lo nuestro, sin miedo, que les aseguro que también es por ustedes. Los que decís por detrás que muy bien, hacerlo público, será de gran ayuda. Los que estéis de acuerdo, pero algunos comentarios no los compartís, dad vuestra opinión. Y por supuesto, los que estéis en pleno desacuerdo, sed valientes y decid por qué estáis a favor de esta afrenta hacia una tierra y una iglesia local, que funciona.

Hablen lo que tengan que hablar, pero sobre todo hablen. Hablen y defiendan.

Soy muy joven, quizás demasiado, pero siempre he oído que en Ciudad Rodrigo hay Diócesis porque hace 20 años, yo era un bebé, un grupo de gente desde políticos, gente civil, fieles laicos y sacerdotes lucharon por ello. Luchen queridos sacerdotes, luchen de nuevo; son ustedes los que están al frente de nuestras parroquias. ¿Qué credibilidad quieren tener, si los fieles desean la continuidad de la diócesis con obispo propio y residencial y a ustedes parece que no les importa? ¿Qué tienen que decir ante esto? ¿Tan resignados están? ¿A qué tienen miedo?

Los políticos de nuestra ciudad, y me consta que en algún pueblo ya se está preparando, se han puesto manos a la obra a trabajar en el asunto. Un acto que les honra, como ciudadanos y como políticos. Tanto ustedes como nosotros, sabemos que la historia de Ciudad Rodrigo y comarca no es comprensible sin la Diócesis. Sin la Diócesis, ciudad y comarca se verán sumidas en un mayor abandono y olvido. Sabemos que esta es la verdad, lo que va a suceder. Tenemos que luchar a capa y espada para que esto no ocurra. Les pido, hagan la hazaña del 2003 y defiendan de nuevo nuestra Diócesis y sean consecuentes.

Hablen lo que tengan que hablar, pero sobre todo hablen. Hablen y defiendan.

A los ciudadanos de a pie lo que nos queda es luchar. Luchar por nuestra tierra. Esta decisión no entiende de creencias. Créanme, valga la redundancia. No es una decisión solo para los que son creyentes, nos influye a todos. Luchemos.

Hablen lo que tengan que hablar, pero sobre todo hablen. Hablen y defiendan.

En la moción aprobada por el pleno en el 2003 se recogen las siguientes palabras:

"Cada una de estas pequeñas Diócesis, debe su existencia a razones históricas, eclesiales, jurídicas, sociales, geográficas o políticas muy complejas. Intentar tratar a todas ellas con un rasero común, conforme a una norma general innecesaria, creará tensiones sociales, políticas y pastorales perfectamente evitables. Creemos más conveniente que a cada una de estas Diócesis y entre ellas a Ciudad Rodrigo, se les dé un tratamiento singular acorde con su esencia histórica y con sus necesidades pastorales, sociales y geográficas."

Todos sabemos que esto no ha cambiado. Nos merecemos por historia y por derecho tener diócesis. Figurar en el mapa. Nos merecemos dignidad y respeto.

Recuerden, para defender lo nuestro, nuestra tierra, tenemos que tener una personalidad robusta, fuerte y sencilla, como son nuestras encinas, a la par de ser elegantes, valientes y bravos, como toros.

No caigamos en el desánimo, luchemos, luchemos por lo nuestro. Que, si lo perdemos, no lo recuperamos.

Sacerdotes, sean valientes y hablen. No sean víctimas del inmovilismo, no sean cómplices de este silencio que nos ahoga.

Paz y bien.

J. Javier González López