Agricultores de Zorita de la Frontera mantienen la remolacha a base de obtener grandes producciones

En Zorita de la Frontera han comenzado a cosechar la remolacha destinada principalmente a la fábrica de Acor en Olmedo y a la Azucarera de Toro. Las elevadas producciones y la gran riqueza que saben obtener agricultores como Manuel Partearroyo y Luis Fernando Ruano Alonso les ha permitido poder mantener el cultivo en sus explotaciones pese a la drástica reducción de precios que sufrió la raíz.

En Zorita de la Frontera, que es una de las localidades que mantienen la tradición de sembrar remolacha, los agricultores que siguen cultivando esta planta son cuatro.

El precio de la raíz sigue sin ser rentable por sí mismo, pero las ayudas de la PAC - Política Agraria Comunitaria - y el PDR - Plan de Desarrollo Rural - permiten que estos agricultores puedan percibir en torno a 42 euros por tonelada.

Quienes cultivan la raíz continúan poco satisfechos con los ingresos obtenidos teniendo en cuenta que hace años llegaron a cobrar en torno a 60 euros la tonelada y los gastos eran menores, no obstante, los ingresos ya están alejados de aquellos 27 euros por tonelada a los que se llegó a degradar el precio de la remolacha azucarera en España. Por dicha razón, este cultivo pasó de ser el rey de las explotaciones de regadío a quedarse

en un segundo plano, tras cultivos como la patata e incluso la alfalfa.

Parearroyo y Ruano siempre han sido fieles al cultivo de la remolacha, como lo eran sus padres.Han criado cada año esta dulce planta, salvo uno, en el que no pudieron sembrar por la abundancia de lluvias. Ahora, reconocen que el trabajo es muy cómodo, pues todos los trabajos están mecanizados y la riegan con pivots o coberturas. Hubo tiempos en los

que aportaban el agua con una línea de aspersores que tenían que cambiar de cerro cada tres horas.

Otras labores manuales que requería este cultivo antiguamente eran las de entresacar y escardar. En la recolección, que hoy se reduce a horas, tardaban todo un mes con una cosechadora de un cerro y después se cargaba a mano. Reconocen que antes el trabajo era mayor pero que con la remolacha se amortizaban rápidamente las inversiones necesarias en sondeos y otros equipos precisos para el trabajo de este cultivo.

Las riquezas obtenidas rondano se acercan a los 18 grados de polarización y las producciones medias que obtienen suelen ser de alrededor de 135 toneladas por hectárea.

Ambos agricultores mantienen sus cupos, aunque han tratado de inclinarse por entregar sus producciones en la Cooperativa Acor,que bajo su punto de vista trata mejor al agricultor. El cultivo de la remolacha tiene sus grandes gastos en tratamientos, semillas, riegos e inversiones en maquinarias e infraestructuras necesarias para el riego y otras tareas necesarias. El tiempo ha jugado en favor de la evolución del cultivo de la remolacha y del incremento de producción por hectárea con menos esfuerzo físico. Su gran nivel de mecanización hace que producir esta raíz resulte mucho más cómodo y estable que otros cultivos como la patata. Las cosecha de remolacha está totalmente mecanizada, mientras que para la recolección de patata se requiere gran cantidad de mano de obra.

En este sentido, el tubérculo genera más empleo para temporeros. Por otro lado, el precio de la remolacha suele sufrir pocas variaciones desde que el agricultor emprende su siembra hasta que recoge la cosecha. En la patata existe la opción de garantizar el precio mediante el contrato, aunque los agricultores lamentan que no se les trata igual por parte de los compradores cuando los precios están por los suelos.

Partearroyo se encuentra muy satisfecho con la remolacha en la rotación de cultivos. Al año siguiente siembra cebada, después colza y tras esta, trigo.