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La esclavitud, el peor de los males
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La esclavitud, el peor de los males

Actualizado 19/10/2020
María Jesús Sánchez Oliva

La esclavitud es uno de los males que más daño ha hecho a la humanidad de todos los tiempos. Los seres humanos no son propiedad de nadie, nacieron para ser libres, y ante tantos derechos violados solo se pueden sentir dos cosas: tristeza por las víctimas y vergüenza del género humano. Ningún hombre, por muy poderoso que sea, tiene derecho a convertirse en dueño de otro hombre, por muy insignificante que sea, y disponer de su vida, de sus pensamientos, de su libertad y hacerlo su esclavo. La abolición de la esclavitud por la que tanto lucharon y tan alto precio pagaron millones de hombres, mujeres y niños fue un paso adelante en el camino de la humanidad, pero no nos engañemos, sigue habiendo hombres con vocación de dueños de seres humanos, y han inventado otras formas de esclavitud. Estas podrían ser algunas:

La esclavitud del sexo: Las víctimas son los niños y los jóvenes que son obligados a prostituirse. Esta esclavitud mueve millones de euros y es tremendamente destructiva porque los daños que causa son irreparables. Se practica, principalmente, en países subdesarrollados o pobres.

La esclavitud de la pornografía: Dicha esclavitud se extiende de polo a polo del planeta y además se adentra en todos los rincones, incluso en la misma intimidad del hogar a través de internet, y afecta a niños, jóvenes y mayores.

La esclavitud laboral: Es un tremendo y cruel desgarro social que afecta a millones de personas en todo el mundo, tantas como las que tienen que conformarse con vivir en la más execrable de las miserias debido a los ínfimos sueldos. Un euro al día, por ejemplo, por una jornada de más de doce horas incluso, y en unas condiciones inhumanas en los más diversos aspectos.

La esclavitud opresora de muchos gobernantes: Existen todavía muchos políticos opresores y dictatoriales, sobre todo en países subdesarrollados. De ellos está ausente totalmente la libertad. En tales países no hay justicia, ni derechos humanos, ni cultura, ni educación, ni salud, ni trabajo digno, ni ningún tipo de derecho y con frecuencia lo que sí existe es la muerte.

La esclavitud ideológica: Muchos políticos mantienen aún sistemas totalmente dominantes y represivos. Los mantienen basándose en ideologías nefastas, pero les sirven de escudo para seguir llevando a cabo su autoritarismo y su adoctrinamiento. El Comunismo es uno de ellos. Y muchos de los Populismos que de una manera u otra siguen sus huellas.

La esclavitud de los corruptos: En este mundo nuestro y en puestos de responsabilidad, tanto a nivel político como a nivel empresarial, existen infinidad de corruptos que hacen un daño tremendo a la sociedad y al individuo destruyendo infinidad de puestos de trabajo o infinidad de sueldos dignos; o en otro campo destruyendo la dignidad de la persona o su libertad o sus derechos o todo conjuntamente. Esta es una lacra que se renueva a una velocidad escalofriante y de los más diversos sectores. Hay muchos corruptos traidores escondidos en los más diversos sectores de la sociedad, incluso en esos sectores en donde la dignidad, la transparencia y la coherencia son sus banderas.

La esclavitud de la información: Muchos informadores no buscan la verdad como el objetivo de sus informaciones sino que buscan el adoctrinamiento; y con ello, en muchos casos, confunden a las personas tergiversando en frecuentes ocasiones la realidad. Por ejemplo en los mítines políticos, a veces, solo se busca conseguir un voto, y para ello se utilizan todo tipo de estrategias que con frecuencia alejan al ciudadano de la realidad, que incluso solo ofrecen datos erróneos, programas erróneos y todo un tipo de mensajes muy alejados de sus pretensiones.

La esclavitud de las sectas: Es una esclavitud tremendamente peligrosa debido a las habilidades para seducir de los embaucadores que las dirigen, y en muchos casos también por la ignorancia, la ingenuidad, la falta de información o la situación por la que atraviesan los que a ellos acuden.

La esclavitud de las niñas sometidas al matrimonio: Es otro de los casos clamorosos en los que se pervierte el uso de la razón, sometiendo a las niñas a situaciones inaceptables e increíblemente funestas y detestables.

La esclavitud de la explotación de los niños: Hay infinidad de casos, la mayoría en los países más pobres, en los que los niños son tristemente explotados en todo tipo de trabajos y acciones ante la indiferencia de millones de personas que no les preocupa el mal de los inocentes, que es además un mal social.

La esclavitud ocasionada por las guerras y la violencia: En todo este mundo de la violencia, además de la muerte, siempre hay millones de personas inocentes que acaban siendo esclavas del desarraigo, del hambre, de la enfermedad, de la marginación y otros males que las dejarán marcadas para toda la vida.

Está claro: Este podrido mundo sigue dominado por el poder de personas totalitarias y sin escrúpulos, y aunque solo sea porque de un modo u otro todos somos víctimas de sus barbaridades, debemos seguir luchando por un mundo más civilizado.

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