Salamanca capital, otra víctima de la España vaciada

El análisis de los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística tampoco deja en buen lugar a la capital salmantina, que, a pesar del ligero repunte de 2019, perdió 11.391 habitantes en la última década.

Ese descenso afectó sobremanera a Garrido, Salesas y el Barrio Vidal que, de rozar los 30.000 empadronados en 2009, han de conformarse ahora con 25.715. La caída, del 12 %, no es sin embargo la más acusada de la capital en términos relativos pues esa palma se la lleva el centro de la ciudad con un punto más hasta llegar al 13 %.

En la zona de Prosperidad y el Rollo, por su parte, el porcentaje de vecinos registrados es un 10 % menor aunque lo más doloroso quizá sea el desplome del número de niños menores de 10 años. En esta década ha pasado de más de 2.000 a menos de 1.500. De forma paralela, el número de personas en edad de jubilación ha crecido un 20 % en esa área.

Que la población española envejece es un hecho tan cierto como que el crecimiento vegetativo negativo parece normalizado en nuestra sociedad. Mueren más personas de las que nacen. El contrapeso a todo ello es la inmigración, el factor que evita un desplome de la población de nuestro país y que, tras unos años de zozobra por la crisis, vuelve a asentarse en territorio español.

Al diseccionar los datos sobre Salamanca llama también la atención la estabilidad de las zonas de Los Alcaldes, Buenos Aires, Chamberí, Tejares, Vistahermosa, La Vega, San José, El Arrabal, El Zurguén y el Montalvo, agrupadas en el 'Distrito 3', una de las seis subdivisiones administrativas en las que se estructura la población capitalina. En términos absolutos la caída allí ha sido de solo 69 habitantes en 10 años. No se puede obviar, eso sí, que se convierte, junto a Puente Ladrillo, en la zona con mayor media de edad pues entre ambas suman un aumento superior a los dos mil mayores de 65 desde 2009 hasta ahora.