Del bono social a las aplicaciones para controlar el consumo
La tecnología ayuda a reducir costes al tiempo que el nuevo Gobierno planea ya bonificaciones al consumo de gas y el estímulo del autoconsumo
Con el desembarco del nuevo Gobierno llega el momento de reclamar el cumplimiento de las promesas electorales relacionadas con la factura eléctrica de los españoles. Una de ellas, la de prohibir los costes del suministro energético cuando el impago sea por causas ajenas a la voluntad de los titulares (la mayoría de las de esta naturaleza), permitirá evitar situaciones dramáticas, sobre todo en el caso de aquellas personas o familias en riesgo de exclusión.
De igual modo, el ahora presidente Sánchez prometió ampliar las miras sociales de este tipo de bonos con la puesta en marcha de uno similar al eléctrico pero destinado a bonificar el consumo de gas entre los llamados consumidores vulnerables debido a sus circunstancias.
Asimismo, el nuevo Ejecutivo se ha comprometido a reducir las trabas al autoconsumo energético, un ámbito que cobró muchísima fuerza hace casi una década pero que decayó paulatinamente al enrevesarse tanto la legislación como la carga impositiva que gravaba la obtención de electricidad por métodos sostenibles.
De forma paralela a estas medidas, la tecnología continúa ayudando al consumidor a tomar medidas que controlen el gasto. Son numerosas las aplicaciones móviles que permiten monitorizar de un modo sencillo el consumo energético de un hogar, testando su efectividad y ofreciendo alternativas de mejora que ayudan a frenar la actividad de los contadores, la mayoría ya digitales.
Esas aplicaciones móviles disponen de asesores online y herramientas capaces de arrojar datos precisos como el consumo por metro cuadrado y hora, las zonas de nuestra casa donde se está derrochando energía e, incluso, el gasto energético individualizado de cada habitante. Con todos esos datos en la mano, la aplicación de soluciones efectivas resulta muchísimo más sencilla.