El Senior del Ciudad Rodrigo incumple todos los pronósticos ante el colista

A la hora de publicarse esta información, faltan unos minutos para que comiencen a recontarse los votos de las Elecciones Generales celebradas este domingo. Sin embargo, esta jornada ya tiene un primer gran perdedor en tierras mirobrigenses, aunque sea fuera de las urnas: el equipo Senior de Regional de Aficionados del Ciudad Rodrigo CF, que en la fría tarde dominical cayó en el Francisco Mateos de forma totalmente inesperada.

Tras haber firmado un gran inicio de liga con 8 partidos sin perder, y probar por primera vez el sabor de la derrota la pasada semana ante el Villaralbo, los mirobrigenses cosecharon en la tarde del domingo su segunda derrota consecutiva, mucho más dura que la primera, ya que fue ante el colista de la categoría, el Universidad de Valladolid, que hasta ahora no había sido capaz de ganar ni un solo encuentro (acumulaba 3 pírricos empates en 9 partidos).

Curiosamente, el Universidad de Valladolid ganó la temporada pasada en el Francisco Mateos (la semana antes de Carnaval) de una forma idéntica: remontando un gol inicial marcado por Sergi.

El caso es que el inicio de la tarde (salvo un 1vs1 en el primer minuto que envió Pepo a córner) pareció hacer caso a la clasificación, ya que el Ciudad Rodrigo se adelantó en el 5' con un gol de Sergi desde la frontal. Sin embargo, a la hora de la verdad, el partido tuvo poco parecido con la tabla, porque prácticamente en ningún momento (salvo el arreón de los 10 últimos minutos) el Ciudad Rodrigo mandó en el encuentro (hubo poco orden).

Y eso que desde el 1-0 en el 5' hasta el 1-1 en el 33' los locales acumularon llegadas periódicas al área con cierta claridad, pero por unas cosas o por otras no se pudieron precisar. Las más destacadas fueron una llegada al área por la derecha en el 10' de Carli, quién tiró directamente, yendo el balón fuera; y una jugada en el 25' en la cual el portero obró el milagro de evitar el tiro a puerta tanto de Alberto García como Marcial. Además, Javi Moríñigo hizo un remate de cabeza en un córner que se fue alto por poco; y Alberto García firmó un fuerte disparo dentro del área que sacó el guardameta de los pies.

Pese a que no llegaba a caer, se confiaba en que el 2-0 fuera cuestión de tiempo. Sin embargo, cuando menos se esperaba, los visitantes se hicieron con el balón en 3/4 de campo (con una posible falta), metieron un pase al hueco y desde la frontal un jugador resolvió frente a Pepo.

Este gol sentó pésimamente al Ciudad Rodrigo, evitando por ejemplo Pablo apenas un par de minutos después que otro jugador realizase otro tiro desde una posición magnífica en la frontal. El Universidad de Valladolid se creyó que era posible sacar algo del Francisco Mateos y antes del descanso, en el 43', colocó el 1-2, en una contra-contra, en la cual un jugador se fue por la izquierda, metió un pase de la muerte, y un compañero la empujó para dentro desde el área pequeña.

Quedaba una segunda larga parte, pero no pudo empezar peor, con el 1-3 en el 50' en una acción rápida en la cual Pepo estuvo a punto de atrapar el balón pero se le fue hacia su portería. En los minutos siguientes, el Ciudad Rodrigo tuvo dos ocasiones bastante peligrosas de la mano de Alberto García (un disparo en el 55' frente al guardameta que sacó éste) y Javi Moríñigo (otro tiro dentro del área a pase de Sergi en el 63' que respondió con una gran parada el portero), pero el portero estuvo acertado para solventarlas.

A partir de ahí se inició un largo desierto, en el cual el partido se fue embarullando, sin mostrarse conservador el Universidad de la Valladolid (siguió presionando) pese a tener un marcador tan jugoso a su favor. El Ciudad Rodrigo hizo alguna intentona, pero no volvió a tirar entre los 3 palos hasta el 83', cuando se inició el arreón final mirobrigense con más corazón que cabeza.

Tras solventar el portero sendos disparos muy peligrosos de Manu Blanco y Maza, y de estrellar Sergi el balón en la cruceta izquierda, Maza hacía renacer la esperanza en el 87' tras resolver ante el guardameta el balón que le había caído desde atrás de Sergi. Sin embargo, no se pudo obrar el milagro, pese a que todavía se tiró varias veces a puerta (incluso subió Pepo), y con cierto peligro, estando atinado el guardameta (en estos compases finales lo probaron Miguel, Alberto García o Maza).

Tras 5 minutos de descuento, el árbitro ?que había sido línea en la primera parte (por lesión, hubo intercambio de puestos en el descanso), hinchándose ambos a sacar amarillas- decretó el final, que evidentemente fue celebrado por todo lo alto por el Universidad de Valladolid al suponer su primer triunfo del curso, que ni mucho menos fue injusto.