“El Alzheimer es una enfermedad desconcertante”

El Alzheimer es la enfermedad neurodegenerativa más frecuente y también la causa más común de demencia en mayores de 65 años. "Es una enfermedad desconcertante". Así define el Alzheimer Magdalena Hernández Mediero, presidenta de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer en Salamanca (AFA), y cuyo empuje serían los cimientos de la que habría de ser una asociación pionera en nuestro país.

"No es fácil asumirlo, y tampoco la sociedad sabe entenderlo", y de ahí, subraya, la importancia de "sensibilizar a la población". Salamanca es una de las ciudades más comprometidas con la atención a las necesidades de los pacientes con Alzheimer. "Es la cuna del Alzheimer porque aquí fue donde nació el movimiento asociativo", recuerda Magdalena Hernández.

"Lo más difícil de entender es lo que le está pasando a esa persona"

Los pacientes de Alzheimer van perdiendo poco a poco sus recuerdos, su identidad personal, la memoria de su vida. La pérdida de memoria, cambios en el estado de ánimo, problemas de lenguaje, desorientación en tiempo y espacio, cambios de conducta o dificultades para hacer tareas simples son algunos de los síntomas de alerta de la enfermedad. El Alzheimer golpea al paciente, cuya dependencia será cada vez mayor, y a la familia.

"Lo más difícil de entender es lo que le está pasando a esa persona, en mi caso mi madre. Cómo es posible que una persona trabajadora, independiente, pueda no llegar a saber quién era y quiénes éramos sus hijos. Esto es lo tremendamente duro del Alzheimer, para los hijos y para la pareja".

Las cifras del Alzheimer

"Estamos desbordados", reconoce Magdalena Hernández, y es que la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer en Salamanca (AFA) atiende actualmente a más de 200 pacientes diarios, y cuenta con una plantilla de casi 100 trabajadores especializados. "No podemos atender toda la demanda que tenemos". De hecho, en estos momentos la asociación está llevando a cabo una reforma para ganar espacio en el Centro Residencia Boni Mediero.

Según datos de la Sociedad Española de Neurología, se calcula que en nuestro país padecen Alzheimer 800.000 personas. En Salamanca, más de 10.000.

"No he oído a los políticos hablar de la ley de dependencia y de las necesidades de las personas mayores. ¿Quién nos va a atender si nuestros hijos no pueden hacerlo?, ¿quién me va a cuidar a mí con 72 años que tengo? Esto es lo que me pregunto".

Los cuidados recaen principalmente en los familiares directos, pero estamos ante una enfermedad en la que por su evolución, como subraya Magdalena Mediero, "necesitas ayuda, sí o sí". Y de hecho, como añade, "hay que aprender a pedir ayuda" para que la familia o cuidadores puedan a su vez "ayudar mejor al enfermo", especialmente cuando la enfermedad evoluciona y requiere de una "atención más especializada". En las fases iniciales, explica, "lo más aconsejable" es que pueda permanecer en su casa, en su entorno familiar, "pero siempre contando con apoyo".

El diagnóstico precoz es fundamental, y para ello no hay que subestimar los primeros síntomas o señales de que algo no va bien. "Despistes que antes no tenía, conductas o comportamientos que hasta ahora no había tenido o que se empiecen a olvidar cosas". A todo esto, subraya, hay que prestarle atención porque son los primeros síntomas de que hay un deterioro cognitivo.

Cuando una familia cruza por primera vez las puertas de la asociación constata que "estamos aquí para ayudar". ¿Qué decir en estos momentos? "Hay que contar la realidad", apunta Magdalena Hernández, porque el Alzheimer es una enfermedad degenerativa. Gracias a los avances, tanto en el diagnóstico precoz como en los tratamientos y terapias, la evolución de la enfermedad "se puede ralentizar".