¡A ver quién se aburre!

Dicho lo anterior, no estemos en un "¡ay!" porque veamos a Rivera moviéndose entre presuntas concertinas, pues el hombre, caso de nuevas elecciones, no sabrá cuál habrá sido la peor, si la colocada a Sánchez para no darle la investidura (también llamada cordón sanitario) o aquellas en las que presuntamente prestó la escalera para situar a más altura las de los desesperados del sur. Esperemos que esté arrepentido de estas últimas, pues lo de "con Rivera, no" no le habrá dejado tan herido.

Toca predicar con el ejemplo y por hoy dejemos la política. Algo así como lo hecho en los últimos días por nuestro Rey Emérito Don Juan Carlos. Lo digo con todo respeto, pero cinco años son muchos para estar en el córner a ver si te llega alguna pelota y a la vez con temor de que te llegue. Esto tiene su explicación y si no lo comprende todo el mundo, al menos lo van a entender los 50.000 hinchas (¡tiene guevos!) que fueron a la presentación de Hazard.

Me explico. En fútbol, una vez realizados todos los cambios, cuando un jugador se lesiona, a este lo mandan a uno de los córneres para que no estorbe, pero no lo sacan del campo, pues en este deporte hay muchos sabios y saben que no pocas veces se ha dado el caso de que tales futbolistas la han enchufado. Así estaba Don Juan Carlos en los últimos tiempos (es un decir), lesionado y en una esquina por si le llegaba unos de esos balones perdidos... y ¡¡¡gol!!! Llamado "gol del cojo".

Y seguro que habrá metido más de uno (al parecer, últimamente le echaron la pelota e hizo una inverosímil jugada ante un jeque un tanto raro), pero cinco años ya era mucho tiempo. Le deseamos un largo y feliz retiro y que reparta su tiempo como mejor le guste y convenga, ya sea en el fútbol como espectador, en los toros recibiendo brindis o en el museo de su señora ?el Reina Sofia? absorto con algún cuadro; pero si no quiere ir a la ópera que nadie le obligue.

La semana pasada ha dado para mucho (parece que no quiere marcharse la política de este artículo) y hasta han salido a la palestra los sobres a periodistas. El mío está por llegar, pero en cuanto lo tenga se lo cuento a ustedes. No obstante este asunto es muy viejo, y que yo sepa estuvo en boga en los tres primeros decenios del siglo pasado cuando se acuñaron frases como las "cloacas del estado" y "fondos de reptiles" (esta última tomada de las prácticas de Bismarck), fondos que se pagaban con los dineros reservados del Ministerio de Gobernación, con los que también se compraban empresas periodísticas. Lo novedoso es que en democracia se haya hablado muy poco del tema, si acaso de los sobres a periodistas taurinos. Asunto que desconozco, pero algunos de primer nivel siempre estuvieron bajo sospecha.

No sé si para terminar debo hablar de la boda de Sergio Ramos y Pilar Rubio o de la noticia que debería ser primera plana en todos los periódicos, pero la lástima es que esta última es científica y por lo general aparece en la Prensa como un pufo cualquiera. Se trata de un descubrimiento para bloquear las metástasis de los tumores que habiendo superado su etapa experimental comienza los ensayos en humanos. El equipo de trabajo está dirigido por el científico Joan Seoane y los trabajos se llevan a cabo en el Instituto de Oncología Vall d'Hebrón de Barcelona.

Ah, la boda de Sergio Ramos, insuperable, aunque debería haberse celebrado en el Bernabéu y televisada para todos los países. Una broma. Mi enhorabuena a los contrayentes.