Su excelencia D. Gerardo Pisarello versus Radegundis. Agravio comparativo

Don Gerardo Pisarello es un argentino nacido en Tucumán en 1970 que ejerce de Secretario primero del Congreso de los Diputados en las Cortes Españolas. Al parecer vino a España, a Madrid concretamente, para ampliar sus estudios de Derecho hasta terminar siendo un experto en el constitucionalismo español, cosa importante tanto para preservar la Constitución, como para reformarla o, incluso, para dinamitarla pues no es lo mismo situar las cargas de demolición en un sitio o en otro, los "efectos colaterales" pueden ser muy diferentes y podrían resultar no deseados. Pero no quiero referirme a su tarea política actual sino a un hecho administrativo mucho más sencillo: cómo obtuvo Vd. la nacionalidad española, pues no creo que un argentino, por más y mejor retórica que tenga, pueda ser así, por las buenas, diputado en Cortes. Ignoro cómo la obtuvo allá por el año 2000, si fue por arraigo, o por ancestros españoles, o si tuvo que hacer un examen de cultura y política española que, para una mente privilegiada como la suya, sería fácil de aprobar.

Pocos años después, allá por el 2004, una mujer andina, adjudiquémosle el nombre ficticio de Radegundis ?es conocido el gusto de los latinoamericanos por los nombres raros-, una mujer sencilla, con apenas los Estudios Primarios realizados, pero con una inteligencia natural notable, sin papeles, fue reclamada por una familia española para cuidar a dos personas ancianas, una de ellas dependiente. Obligada por un absurdo legal a regresar a su país para, después de pasar allí un mes, solicitar Visado y presentar contrato de trabajo para poder obtener permiso de residencia en España, al final no tuvo que cumplir ese absurdo trámite porque su empleador planteó un contencioso contra el Estado y el juez sentenció que había que eximirla de solicitar ese Visado porque ya estaba realizando una gran tarea social: cuidar de dos personas ancianas. Desarrolló esta tarea con dedicación, entrega, cariño y eficacia hasta el fallecimiento de ambas. Ocurrido el óbito no le fue difícil encontrar trabajo para realizar lo que ya había demostrado hacer muy bien: cuidar españoles mayores y necesitados de apoyo.

Enterada Radegundis de que algunos de sus familiares, que llevaban algunos años más que ella de residencia en España, habían obtenido la doble nacionalidad, se planteó obtenerla también. Este es el procedimiento vigente para obtenerla, salvo error u omisión: el Gobierno del Sr. Aznar se inventó que los solicitantes de nacionalidad debían pasar un duro examen de cultura española, costumbres, ordenamiento constitucional, que no se lo saltaría un profesor de Derecho Constitucional en horas bajas; pero Radegundis fue a clase, hizo 25 pruebas simuladas de examen, volvió a repetirlas otras 25 veces, pagó 85 ? en concepto de matrícula, se examinó, aprobó y, con el aprobado, solicitó la concesión de la nacionalidad española. Treinta y ocho meses después todavía está esperando que se lo concedan. Aznar inventó el sistema, Zapatero no tuvo tiempo de cambiarlo, empeñado como estuvo en desfacer entuertos de la derechona, Rajoy optó por "sostenella y no enmendalla", Pedro Sánchez apenas ha tenido tiempo de respirar una vez en nueve meses de Gobierno, decretos de los viernes incluidos, y tampoco ha acelerado la concesión de ese derecho adquirido. ¿Por qué tanto retraso? Parece ser que, con la crisis, el Gobierno de Rajoy amortizó las plazas de funcionarios que se iban jubilando en el Ministerio de Justicia de forma que los miles de expedientes de concesión de nacionalidad están ahora en manos de dos únicos funcionarios o funcionarias que no dan abasto.

Don Gerardo: Vd. que logró la concesión rápida de la nacionalidad española, en ejercicio de su solidaridad con "la gente" ¿sería tan amable de presionar al Gobierno ?supongo que del Sr. Sánchez, Don Pedro- para que contrate un par o dos de funcionarios interinos que desatasquen la pila de expedientes? De lo contrario, tendré que empezar a pensar que un Gobierno socialista, apoyado por los comunistas, está siguiendo los dictados de los racistas que tanto proliferan ahora en esta Europa de nuestros pecados.