Miércoles, 24 de abril de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
El acoso sexual: la otra cara de la moneda en Dinamarca
X

El acoso sexual: la otra cara de la moneda en Dinamarca

Actualizado 21/05/2019
Marcelino García

Según datos del Ministerio de Justicia danés, en 2017 las cifras estimadas de violaciones fueron de entre 5.100 y 24.000 mujeres, de las que únicamente 890 denunciaron. De estas denuncias, solamente 94 fueron resueltas con una sentencia condenatoria.

El acoso sexual: la otra cara de la moneda en Dinamarca | Imagen 1

Sonia Castilla

Activista por los Derechos Humanos

Cuando pensamos en países a los que queremos asemejarnos, siempre acabamos por hacer referencia a los nórdicos, ya sean Suecia, Finlandia o Dinamarca. Sin embargo, detrás de estos países tan admirables en muchos aspectos se encuentra otra realidad. Una de las cuestiones en que están lejos de ser un ejemplo a seguir es la violencia de género, y este es el caso de Dinamarca.

A nivel europeo las cifras muestran que la violencia de género es un fenómeno muy preocupante en Dinamarca. Detrás de esas cifras se encuentra una gran impunidad ante la violencia sexual, que no es más que otro tipo de violencia machista. Creo necesario recalcar, por si aún quedan dudas, que la violencia de género no es menos violencia si no atenta contra la integridad física de la mujer, que también puede ser psicológica y que, por supuesto, basta con el acoso para empezar a hablar de ella. Sin embargo, estas ideas parecen no estar tan presentes en la sociedad danesa y, por tanto, tampoco aparecen en sus leyes.

La violencia de género está recogida como delito dentro de las leyes danesas y la violación está penada, pero, a pesar de ello, la legislación relativa a la violación no parece conocer el significado del consentimiento, puesto que únicamente se limita a catalogar y, por tanto, castigar las violaciones en las que se dan situaciones de agresión o algún tipo de coacción. En base a eso los juzgados delimitan si la víctima pudo o no resistirse a la agresión. Es decir, en lugar de atender a la existencia o no de consentimiento para declarar que una mujer ha sido víctima de una agresión sexual o violación se atiende a la posibilidad de resistirse.

Amnistía Internacional ha analizado recientemente un informe ("Dinamarca: ¡Queremos respeto y justicia!") sobre la legislación vigente relativa a la violación en 31 países europeos y los resultados son muy preocupantes: únicamente ocho de ellos han legislado teniendo en cuenta el consentimiento. Dinamarca no se encuentra entre esos ocho y, por si nos remueve más lo cercano, tampoco España se encuentra dentro de esa lista. La legislación vigente en la mayor parte de los países europeos relativa a la violación está completamente atrasada y sigue, de algún modo, culpabilizando a la víctima al no recoger la idea de algo tan básico como el consentimiento.

A pesar del momento de auge del feminismo y de las movilizaciones y campañas sociales en su favor, los datos de denuncias de acoso sexual y violaciones siguen siendo preocupantes. La realidad es que los movimientos como el famoso #Metoo en las redes sociales favorecieron la denuncia de este tipo de situaciones, pero no lo suficiente. Las mujeres siguen temiendo denunciar por miedo a ser inculpadas.

En la última encuesta de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea se dice que una de cada 20 mujeres de la Unión ha sufrido una violación desde los 15 años, lo que serían unos 9 millones de mujeres en la Unión Europea. Sigue siendo una realidad muy importante que erradicar, con unas cifras muy elevadas.

En Dinamarca la situación no es diferente a la de los países de su alrededor. Las mujeres y las niñas se encuentran en una situación de especial desprotección, y esta aumenta con el estigma social de las denuncias y el miedo a denunciar. Según datos del Ministerio de Justicia danés, en 2017 las cifras estimadas de violaciones son de entre 5.100 y 24.000 mujeres, y únicamente 890 mujeres denunciaron. De estas 890 denuncias, solamente 94 fueron resueltas con una sentencia condenatoria.

Por otra parte, Amnistía Internacional ha realizado recientemente una investigación que consta de entrevistas a 18 mujeres y niñas que han sufrido violaciones, especialistas y autoridades y diferentes ONG. Las conclusiones obtenidas relatan que las consecuencias de las denuncias son una culpabilización de la víctima unido al estigma social de no ser creídas o sentir vergüenza del suceso y, sobre todo, a la desconfianza en el sistema de justicia, que es el principal causante del estigma.

Un ejemplo de esta situación es el caso de Kirstine, una periodista que trató de denunciar una violación a la policía en tres ocasiones diferentes. En su entrevista con Amnistía Internacional declaró que en la segunda de las veces fue advertida de que si mentía iría a la cárcel. Para ella el proceso fue un modo de humillación. «Si hubiera tenido 20 años, no habría seguido tras el primer intento (de denunciar una violación)», declara. Otra declaración bastante reveladora es la de Emilie, que dice que "cuando vas a los tribunales es casi como sufrirlo todo otra vez y acabas sintiéndote peor contigo misma, como diciéndote: 'Fue por mi culpa. Fui yo la que hizo algo mal'".

Queda mucho por andar para la erradicación de la violencia machista, y Dinamarca es el claro ejemplo de ello. A pesar de la modernidad de sus leyes para acabar con ella y del apoyo que se concede a las mujeres que han sufrido este tipo de violencia, la tasa de mujeres asesinadas por este motivo sigue siendo elevada. Las mujeres siguen sintiendo que serán juzgadas y culpabilizadas por sufrir acosos sexuales, siguen encontrando piedras en todo su camino para la denuncia de este tipo de situaciones. Frente a este tipo de situaciones Amnistía Internacional creó la campaña "No más piedras", en la que se tratan de hacer visibles todos los obstáculos a los que se enfrentan las mujeres a la hora de denunciar episodios de violencia machista.

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.

Comentarios...