Ha muerto un amigo: Andrés Vicente

No sabíamos nada de su grave enfermedad cuando nos ha llegad la inesperada y dolorosa noticia de su muerte. Especialmente dolorosa para quienes le teníamos entre nuestros amigos de siempre.

Y es que Sito, como siempre le conocimos, era parte importante de nuestras vidas cuando estas empezaban a abrirse al mundo de los adultos. En mi caso concreto y en de la pandilla del Club Estudiantil vivimos toda la evolución que nos iba a marcar para siempre.

Juntos estudiamos en el Instituto y juntos vivimos momentos clave como las prácticas de milicias que entonces había. Y, claro, los periodos vacacionales y los ratos de ocio que eran muchos en aquellos años donde la calle y el campo eran nuestros principales ámbitos. Y en su vespa nos desplazábamos en verano al río y al puente recalando siempre en el Portalillo.

Sueños de una juventud lejana pero permanentes en la memoria. Sito era además, siempre lo fue, un hábil deportista buen jugador de fútbol y de juegos como el billar y ya en edad madura de tenis. Pero su espíritu de la amistad primaba sobre todo.

Sin embargo, los recuerdos más imborrables los constituyeron aquellas excursiones que con Poldo (Leopoldo Gómez Castaño), Antonio Vasconcellos y Juanjo Bajo, hacíamos por la Peña de Francia, Las Batuecas y La Alberca. Nuestros recursos no daban para más. Pero nuestro cariño por nuestra tierra nos llenaba de gozo.

Después nuestras vidas cogieron otros derroteros y Sito fue un excelente profesor en el Instituto Tierra de Ciudad Rodrigo, pero los vínculos que nos unieron fueron siempre inseparables.

Se ha ido un amigo, en toda la extensión de la palabra, y con él una parte de nuestra vida. Que estas palabras sean un pequeño homenaje a este mirobrigense íntegro y cabal. Mis condolencias a su viuda Espe, a sus hijos y demás familia. Descanse en paz.