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Manos Unidas, seis décadas de compromiso y el “sueño de que el mundo cambie a mejor”
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'Creemos en la igualdad y en la dignidad de las personas'

Manos Unidas, seis décadas de compromiso y el “sueño de que el mundo cambie a mejor”

Actualizado 16/02/2019
Isabel Rodríguez

"Los proyectos de desarrollo de Manos Unidas cambian la vida de muchas personas", una labor que relatan los voluntarios de la ONGD en Salamanca

Compromiso, solidaridad, el "sueño de que el mundo cambie a mejor" y "las ganas de luchar contra el hambre y la pobreza" son los pilares de Manos Unidas que lleva seis décadas acompañando a las personas que más lo necesitan en cerca de 60 países de América, Asia y África. Fueron un grupo de mujeres las que sembraron la semilla de Manos Unidas en España. Era el año 1959, y las mujeres de Acción Católica de España lanzaban la primera Campaña contra el Hambre, sumándose a un llamamiento de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Hoy ese testigo lo toman los más de 40 voluntarios de Manos Unidas en Salamanca -5.000 en toda España- y que junto a los socios son la fuerza y el empuje de esta ONGD. Ellos, las voluntarias y voluntarios de Salamanca, ponen voz a la incuestionable labor de Manos Unidas.

"Manos Unidas es una iniciativa comprometida, y una denuncia de lo que está ocurriendo en el mundo", dando una "especial relevancia a los derechos humanos para que no se queden solo en papel", tal y como señala Mercedes Marcos, delegada de Manos Unidas Salamanca, y que destaca que "lo mejor es la voluntariedad de la gente, ver el empeño que tiene cada uno de los voluntarios por aportar lo suyo, pidas lo que pidas está todo el mundo dispuesto a hacerlo". "Como decía Gloria Fuertes, los voluntarios son hacedores de obras de arte en su tiempo libre".

La labor emprendida hace 60 años ni mucho menos ha terminado, porque "a pesar de haber hecho un trabajo serio, comprometido, con fuerza y posicionamiento en el mundo, atrayendo y juntando muchas manos, ha aumentado el hambre en el mundo", subraya Dolores Hontiveros, "y hay que mirar las causas, y por qué no podemos erradicarlo, hay unas causas muy poderosas, de las cuales nosotros también formamos parte, nuestras formas de vivir, nuestras formas de consumir, nuestras formas de dejar hacer", añade.

Hay algo que comparten los voluntarios, y que resume Dolores en pocas palabras, "la inquietud y las ganas de hacer algo por los demás". "Aquí hay muchas cosas para hacer, pero la más importante es hacerte a ti mismo, darte una conciencia, una formación de cara a lo que hay a tu alrededor", añadiendo que "nuestra formación es uno de las partes más importantes si queremos tener una palabra activa y transmitirla a la sociedad, y no la puedes dar sino no la vives desde el convencimiento".

Para Filo Corral ser voluntaria de Manos Unidas es "un compromiso grande", pero del que "siempre recibes más de lo que das". Opinión que comparte Lorena Diego, una de las voluntarias más jóvenes, quien asegura que "es una experiencia muy enriquecedora, te vas alimentando de la experiencia de muchas personas desde un punto de vista muy diferente, ya no es solo el camino de intentar un mundo mejor, tu mundo empieza por el de al lado". De igual manera apunta que "hay que tomar conciencia de que no todo vale, y hay que comprometerse con el mundo". Y además de compromiso, como apunta Teresa Mateos, "el voluntariado es disponibilidad, estar dispuesta a echar una mano donde haga falta". Por su parte, María Jesús Riesco, asegura que "es una experiencia interesantísima y muy enriquecedora, piensas que vienes a dar algo, y lo que haces es recibir continuamente".

La más veterana de las voluntarias es María Muñoz, con 93 años, y más de 50 como misionera en Japón, donde viajó con la Congregación de las Hijas de Jesús. "Siempre me ha gustado ayudar", y en su caso la edad no es un obstáculo para formar parte de esta familia que es Manos Unidas Salamanca. Porque, como bien precisa Pilar Valdemoro, "tienes que partir de la inquietud que tú tienes", pero "el ambiente acogedor" que recibe a quien cruza la puerta y conoce de primera mano la labor de Manos Unidas hace que uno se marche con la necesidad de regresar.

Luis Noriega también es voluntario de Manos Unidas, en su caso desde hace más de diez años. "Aunque vivamos en nuestro pequeño mundo, es esta lotería siniestra de dónde naces la que te marca", subraya. "Podía donar dinero y tranquilizar un poco mi conciencia", y de hecho con su primer sueldo se hizo socio de la ONGD, "pero a mí me parecía que lo más que podía hacer era dar mi tiempo". Y añade, "no lo considero un acto de voluntad, sino de obligación, porque no es tolerable que haya gente que pasa hambre".

Cooperación al desarrollo

La labor de Manos Unidas va más allá de dar a conocer y denunciar la existencia del hambre y la falta de oportunidades en los países menos desarrollados, y que tiene en la cooperación al desarrollo su principal seña de identidad. Proyectos de desarrollo (570 aprobados sólo en 2017) en sectores como educación, salud, agua y saneamiento, derechos humanos, medio ambiente y cambio climático y derechos de las mujeres. Precisamente a las mujeres, como pilar indispensable en cualquier sociedad y sustento del núcleo familiar, quiere dar especial visibilidad la actual campaña de Manos Unidas, en su 60 aniversario, 'Creemos en la igualdad y en la dignidad de las personas'.

"El control exhaustivo del dinero destinado a los proyectos y la seriedad en su ejecución nos distingue", tal y como subrayan desde Manos Unidas. Los proyectos de desarrollo financiados por Manos Unidas Salamanca durante 2018 han beneficiado a 2.760 personas (13.050 beneficiados indirectos) de Etiopía (proyecto socio-educativo de acceso a la educación escolar en zona rural), Guatemala (proyecto social de soberanía alimentaria y desarrollo económico), Camerún (proyecto educativo de acceso a la educación para escolar desplazados de guerra), Jordania (proyecto socio-sanitario de mejora de las condiciones de vida de los refugiados sirios, iraquíes y sudaneses) y Honduras (proyecto educativo de soberanía alimentaria para mujeres y jóvenes en zona rural).

El importe total de los proyecto asciende a 363.945 euros, habiendo sido financiados con la colecta del segundo domingo de febrero en las parroquias de la diócesis de Salamanca, con la Operación Bocata 2018 y con donaciones puntuales y de socios. Proyectos que siempre surgen de las comunidades, atendiendo a las necesidades reales y facilitando la participación de todos los grupos implicados y, en especial, de las mujeres, las minorías y los grupos vulnerables.

"Una cosa muy importante es que tenemos la posibilidad de viajar y tomar contacto con nuestros proyectos de desarrollo, cuando los visitas y estás en contacto con la gente que los está llevando a cabo, ves que cada céntimo que se dona llega", apunta Dolores Hontiveros, añadiendo que "donde están los proyectos de desarrollo de Manos Unidas crece otro mundo, es un proceso muy lento, pero crece algo distinto por completo".

"Los proyectos de Manos Unidas cambian la vida de muchas personas", apunta Lorena Diego, y son también "un motor de educación, clave en los proyectos en los que trabaja Manos Unidas".

Conocer cómo trabaja Manos Unidas también es una oportunidad para los estudiantes. Hasta el próximo mes de mayo aquí realizan sus prácticas una alumna de Sociología y otra del Máster de Cooperación Internacional al Desarrollo, y que destacan precisamente "la participación activa" de los voluntarios.

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