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Lo que no sabías del síndrome de Asperger
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LA IMPORTANCIA DE CONOCER PARA COMPRENDER

Lo que no sabías del síndrome de Asperger

Actualizado 10/02/2019
Redacción

Aunque encuadrados en los TEA, no está asociado a retraso cognitivo, y de hecho la capacidad intelectual se sitúa en la media poblacional y, en algunos casos, por encima

El síndrome de Asperger implica fundamentalmente dificultades para la interacción social, sobre todo con personas de la misma edad, problemas para mostrar empatía y para comprender las emociones y sentimientos de los demás, o dificultades para la comprensión de las ironías o los dobles sentidos por la tendencia a la interpretación literal del lenguaje.

Aunque el síndrome de Asperger se encuadra dentro de los denominados TEA (trastornos del espectro autista) y comparte rasgos de alteración del comportamiento social, la comunicación y el lenguaje, lo cierto es que tiene características propias que lo distinguen de otros TEA, especialmente en lo que se refiere al desarrollo cognitivo. El síndrome del Asperger no está asociado a retraso cognitivo, y de hecho la capacidad intelectual se sitúa en la media poblacional y, en algunos casos, por encima. También es frecuente que las personas con asperger tengan una buena capacidad de memoria y un buen procesamiento de la información visual, especialmente en lo que más le interesa.

Repasamos algunas cosas que, quizá, no sabías sobre el síndrome de Asperger:

  • Se expresan correctamente, incluso pueden emplear un lenguaje muy formal, técnico y preciso.
  • Son muy literales, no captan las bromas, los chistes, las metáforos o sarcasmos.
  • Dificultades para entender las señales no verbales: gestos, expresiones...
  • Les cuesta comprender las reglas sociales no escritas (esperar turno, saludar, guardar distancia al conversar...).
  • Quieren relacionarse, pero no saben cómo hacerlo.
  • No es que no tengan en cuenta las emociones de los demás, es que les resulta complejo interpretarlas.
  • Tienen dificultades para expresar sus emociones de forma convencional.
  • Fieles a la rutina que, en ocasiones, siguen de forma rígida y repetitiva.
  • Les cuesta adaptarse a los cambios, las situaciones novedosas o poco previsibles.
  • Tienen intereses muy concretos, sobre los que acumulan mucha información y dedican mucho tiempo.
  • Pueden ser muy sensibles a algunos estímulos del ambiente: ruidos, luces, olores...
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