La mirobrigense Rosa Sánchez relata sus 57 años como misionera en África

Durante este fin de semana de noviembre ha regresado a Ciudad Rodrigo para una visita exprés la mirobrigense Rosa Sánchez, quién lleva 57 años como misionera en el continente africano: 53 en Angola y los últimos 4 en Costa de Marfil. Aprovechando esta estancia, Rosa Sánchez, que es Hermana Teresiana, ha tenido la oportunidad de contar su historia personal, por un lado, en un encuentro en la tarde del sábado con varios voluntarios de la Delegación de Misiones, y por otro lado, en la misa de la mañana del domingo en la Parroquia de El Salvador.

Según ella misma relató en esos encuentros, salió de España con 22 años, viviendo inicialmente en Braga (Portugal) ?donde también ha estado en los últimos días- antes de viajar a África con 24 años. Su primer y gran destino fue Angola, donde ha ejercido principalmente como enfermera y maestra en varios puntos del país ("donde ha hecho falta", según su propio testimonio).

Dentro de su etapa de 53 años en ese país, le tocó vivir la Guerra Civil, "que fue horrible; echó el país abajo" (duró de 1975 a 2002). De aquel conflicto bélico, recuerda que la misión a la que estaba destinada en aquel momento, situada en medio del campo, fue la 1ª en ser atacada, llevándose la guerrilla a los tres sacerdotes con los que contaban. Tras el ataque, sólo quedaron en la misión dos Hermanas Teresianas, curiosamente las dos mirobrigenses: junto a Rosa Sánchez estaba Julia Montero (quién en estos momentos vive en Portugal).

Tras su larga etapa en Angola, Rosa Sánchez fue trasladada "porque hacía falta" a Costa de Marfil, un país bastante diferente en muchos sentidos. Por ejemplo, Angola fue colonizado por portugueses, y Costa de Marfil por franceses, lo que hace diferente la actual herencia cultural de ambos países. Asimismo, en el país en el que se encuentra ahora la religión mayoritaria es la musulmana, remarcando eso sí que "no hay ningún problema, hay muy buena relación", y que incluso en el internado donde ella trabaja cuentan con niñas musulmanas.

Respecto a ese internado ?ubicado en la localidad de Man, que cuenta incluso con Catedral-, Rosa Sánchez explica que la estancia durante todo un año cuesta apenas 500?, permitiendo a las que allí están formarse en costura, pastelería, informática o enfermería. Debido al coste que implica el desarrollo de la actividad, Rosa Sánchez señala que "serían bien recibidas becas", es decir, que alguien pudiese enviar dinero para costear por ejemplo la estancia en el internado de niñas cuyas familias no tienen posibilidades económicas.

Según explica la propia Rosa Sánchez, ya no tenía intención de volver a Europa (la última vez que estuvo fue hace 5 años), pero ha regresado unos días "por papeleo". Aprovechando el viaje, ha pasado por Barcelona y Málaga para visitar a sus hermanos. Una vez se marche de Miróbriga en las próximas horas, tiene previsto visitar Fátima y Lisboa, antes de regresar al continente africano, donde hará una primera parada en Angola de forma previa a la vuelta a Costa de Marfil.