Amatos de Alba, crónica de unas fiestas de verano
Tras una minuciosa restauración, la Virgen de las Nieves apareció en la procesión en todo su esplendor y blancura original
Una vez más se cumple la tradición de la fiesta mariana veraniega de la Virgen de las Nieves, que en un lugar preeminentemente agrícola significaba no hace mucho el hacer una pausa en las duras faenas del verano. Actualmente, permaneciendo el mismo tipo de trabajo (Amatos sigue siendo agrícola y ganadero), pero ahora ya con todo mecanizado, la fiesta tiene otro carácter más lúdico, que es el de convocar y reunir a todos los hijos del pueblo, vivan o no dentro de él. Además de ser un atractivo y una cita para los vecinos de Alba de Tormes y pueblos aledaños.
Hay que reconocer que el giro actual de la fiesta, con una evidente participación popular, arranca del año 2005, cuando se aprovechó la ocasión para hacer un merecido homenaje a cinco religiosas hijas del pueblo. Fue una ocasión especial, que contó incluso con una exposición de fotos antiguas y un acto cultural en el teatro de la villa de Alba. De entonces, arranca, por ejemplo, la costumbre de comer todos en la plaza del pueblo una paella o chanfaina. Tradición que luego se ha ido enriqueciendo con bailes folklóricos populares, la actuación de conjunto musicales en la noche, juegos infantiles, rifas o tómbolas, etc. Todo ha sido posible, como decíamos antes, gracias a la colaboración y participación de todos los hijos del pueblo.
Pues este año 2018, que ha tenido la particularidad de caer la fiesta en domingo, la organización ha previsto de nuevo un calendario de tres días (fin de semana de viernes a domingo), lo que ha hecho posible una presencia de gente más plena y efectiva. Ya lo creo que se ha notado.
Restauración de la Virgen de las Nieves
Una de las novedades de esta fiesta se refiere al símbolo religioso más querido del pueblo, la imagen procesional de la Virgen de las Nieves que por su evidente deterioro, en esta ocasión ha sido sometida a restauración y así en este día tan señalado ha aparecido en todo su esplendor y blancura original. Esta imagen que es de la tradicional tipología religiosa de escayola procedente de Olot (Gerona), fue regalada por un hijo del pueblo, el maestro nacional Gabriel Sánchez López, hijo de Juan Antonio Sánchez y Gertrudis López. Sabemos incluso que fue bendecida y sacada en procesión por vez primera en la misma fiesta de las Nieves, el 5 de agosto de 1945. Por lo tanto, desde hace 78 años viene presidiendo la fiesta principal del pueblo. Y ante ella, en medio de la procesión y en un acto celebrado en la plaza pública se suele hacer (esto desde el 2005) la tradicional consagración del pueblo a la Virgen, mediante un texto tradicional que en nombre de todos proclama un hijo/a del pueblo.
Y hablando de conmemoraciones, hay que recordar también que el edificio de la nueva iglesia parroquial fue bendecido e inaugurado, por el vicario general de la diócesis, Don Constancio Palomo, en la fiesta de las Nieves del año 1970, por lo que estamos a punto de conmemorar sus 50 años. Ya ha corrido tiempo desde entonces, y hasta se han introducido notables mejoras en el edificio? Pero se dice esto porque habrá que ie preparando algún acto conmemorativo para la ocasión, dentro de dos años.
Emerge el asociacionismo social y cultural
Por último, hace algún tiempo se viene hablando de un proyecto social y cultural que pueda unificar y coordinar los intereses del pueblo, incluso contando con los naturales del lugar que están fuera. Es decir, se está considerando la oportunidad de establecer una asociación que sirva para canalizar, y no solo eso, también para suscitar y fomentar iniciativas a favor del pueblo, puesto que tiene una historia y unas tradiciones propias, pero también tiene el derecho a mejorar en todo lo relativo a su vida, especialmente en el plano cultural. Se trata de algo, claro está, que ha de surgir desde la misma base y esté por encima de las diversas opciones políticas. Esperemos que tal iniciativa se concretice pronto y llegue a buen puerto.