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“Los protagonistas de esta historia por lo que luchan, por lo que acaban dando la vida, es por...
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DANIEL SÁNCHEZ GUTIÉRREZ, AUTOR DE 'ESCRITO EN CAPILLA', retrato de la represión franquista en salamanca

“Los protagonistas de esta historia por lo que luchan, por lo que acaban dando la vida, es por...

Actualizado 22/01/2018
Isabel Rodríguez

El libro, que se presenta este lunes, en el Centro Documental de la Memoria Histórica (plaza de los Bandos), rescata la memorima de Juan Calvo Moronta, Vicente Enrique Iza y su hijo Enrique Vicente Baldión, Manuel Martín Cascón, Valentín Garrido Muñoz,

"Los protagonistas de esta historia lo que anhelan, por lo que luchan, por lo que acaban dando la vida, es por conseguir una sociedad más justa e igualitaria, algo que hoy contemplamos como algo natural sin pararnos a pensar en el precio que aquella gente tuvo que pagar". Son palabras de Daniel Sánchez Gutiérrez, autor de 'Escrito en Capilla', un libro que rescata la memoria de Juan Calvo Moronta, Vicente Enrique Iza y su hijo Enrique Vicente Baldión, Manuel Martín Cascón, Valentín Garrido Muñoz, Pedro Miñana Regadera y Casto Prieto Carrasco.

Un libro necesario, y que nace de las cartas escritas por condenados a muerte en juicios sumarísimos en los años 1936 y 1937, "cartas que me llamaron la atención por la humanidad que se desprende de todas ellas". Escrito en Capilla se presenta este lunes día 22, a las 19.30 horas, en el Centro Documental de la Memoria Histórica (plaza de los Bandos).

¿Cómo surge la idea de escribir y la oportunidad de publicar 'Escrito en capilla'?

El texto se presentó al concurso 'Premio Florentino Hernández Girbal- María Iglesias Clavero 2015', convocado por el Grupo Cultural San Gil de Béjar que, además de dotar un premio de 6.000? asume la obligación de editar la obra ganadora. 'Escrito en capilla' resultó ganador del referido premio y por eso, tras algunos problemas, hoy está publicado.

En cuanto a la idea de escribirlo, llegó del conocimiento de varias cartas escritas por condenados a muerte en juicios sumarísimos en los años 1936 y 1937, cartas que me llamaron la atención por la humanidad que se desprende de todas ellas, sobre todo teniendo en cuenta los difíciles momentos en que se escribieron: estando "en capilla", es decir, en la celda en que se recluye a un condenado a muerte en las horas previas a su fusilamiento. Del deseo de que se conocieran tan excepcionales documentos, deseo del que participaban y participan sus herederos, surgió la idea de trazar una breve semblanza biográfica de varios casos, no los únicos, pero sí los primeros que a mí me llegaron. Y, metidos en faena, la lectura de las actuaciones judiciales que se produjeron en sus juicios sumarísimos militares, cuyos originales se conservan en el Archivo Militar de Ferrol, aconsejó ir entremezclando el relato de la vida de los represaliados, trufado de recuerdos de sus familiares narrados en entrevistas, con la dureza de los textos judiciales. El resultado final es el texto 'Escrito en capilla'.

Las cartas escritas por los protagonistas son una de las claves de 'Escrito en capilla', ¿qué es lo que encontró al leerlas?

Una enorme humanidad, un sentimiento de calma, de resignación, de dejarse en manos del destino. Y, sobre todo, de consejo a sus esposas e hijos (algunas veces también a sus madres) de rehacer la vida sin ellos con esperanza en el futuro y sin ira ni ánimo de revancha. Lo que aparece en todas ellas es, como ahora se dice, sentimiento puro. No habla la razón. Hablan las emociones. Y, paradójicamente, en tan difíciles momentos, salen las mejores, aquellas que ennoblecen a quien las siente. Si de emociones se habla, la lectura de esas cartas lo primero que provoca es la emoción de su lector, que no puede permanecer impasible ante lo que le llega. Lo que las letras de esas cartas provocan es una empatía automática del lector con el autor.

¿Qué ha sido lo más difícil y lo más gratificante de escribir este libro?

Lo más difícil, la labor de entrevistar a los hijos y nietos de los protagonistas del texto. Y digo difícil no porque pusieran problemas a contar su historia, a dejar al descubierto sus sentimientos más personales, que salieron de boca de todos ellos de forma espontánea, sino porque para mí mantener la calma y no emocionarme ante lo que escuchaba supuso un auténtico esfuerzo.

En cuanto al trabajo de lectura de los textos del Archivo Militar, muy numerosos, se ha facilitado extraordinariamente porque todos los documentos, uno a uno, se fotografiaron en su día y convirtieron a formato digital por la Asociación "Salamanca Memoria y Justicia", por lo que acceder a ellos ha sido tan fácil como volcarlos en mi ordenador para trabajarlos. “Los protagonistas de esta historia por lo que luchan, por lo que acaban dando la vida, es por... | Imagen 1

Hablemos de los protagonistas cuya memoria rescata este libro. Juan Calvo Moronta, Vicente Enrique Iza y su hijo Enrique Vicente Baldión, Manuel Martín Cascón, Valentín Garrido Muñoz, Pedro Miñana Regadera y Casto Prieto Carrasco. ¿Qué destacaría de ellos?, ¿hasta qué punto han sido olvidados como víctimas de la represión franquista?

¿Quiénes son? Juan Calvo un conductor del Parque Móvil Municipal del Ayuntamiento de Salamanca, amigo personal y muchas veces chofer de José Andrés y Manso, Diputado a Cortes por el PSOE de Salamanca. Vicente Enrique Iza un miembro de la familia "Mezquita", conocida por sus inquietudes culturales, y su hijo un muchacho de 24 años iluisonado con su novia, como cualquiera a esa edad. Manuel Martín Cascón era el Alcalde de Ciudad Rodrigo el 18 de julio. Valentín Garrido un Procurador de los Tribunales de Béjar, concejal por su Ayuntamiento y Diputado Provincial. Pedro Miñana Regadera el Secretario del Ayuntamiento de Béjar y Casto Prieto Carrasco el Alcalde de Salamanca el 18 de julio.

Destacaría que les unió un común denominador: trabajar dentro del marco constitucional para lograr una sociedad más justa y más igualitaria en unos momentos históricos muy difíciles. Difíciles a nivel nacional e internacional. Aquí porque el régimen monárquico cayó, sobre todo por la enorme desigualdad que se vivía en la sociedad española, y alumbró uno nuevo, la República, en que se depositaron todas la ilusiones y deseos de la mayor parte de la sociedad. Uno de los problemas fue que al ser las necesidades eran tantas y el tiempo tan escaso, resultó materialmente imposible acometer las ingentes reformas precisas en unos pocos años. Ello motivó un enorme desencanto en mucha gente que de la ilusión pasó a la frustración y, fruto de ésta, a una violencia creciente que acabó con la propia República.

A nivel internacional, no puede olvidarse que España era y formaba parte de Europa, y en la Europa de los años 30, a más de contar con el fascio en Italia desde unos años antes, llegan al poder los nazis en Alemania y en Austria. Si a ello se añade que en Rusia (Unión Soviética) Stalin gobierna con mano de hierro, se podrá entender que los dos extremos, que tal vez sean la muestra de un mismo fenómeno, empiezan a influir aquí, buscando implantar regímenes satélites, de uno y otro lado. En palabras de estos días, la tormenta perfecta. Pues bien, en tan difícil situación, los protagonistas de esta historia lo que anhelan, por lo que luchan, por lo que acaban dando la vida, es por conseguir una sociedad más justa e igualitaria, algo que hoy contemplamos como algo natural sin pararnos a pensar en el precio que aquella gente tuvo que pagar.

¿Hasta qué punto llegó la represión franquista en Salamanca?

En la mente de los organizadores del golpe del 18 de julio estaba conseguir el poder en un movimiento rápido, en pocos días, al modo de los golpes de estado del siglo anterior. La cosa se complicó y España quedó dividida en dos mitades, lo cual ya era una muy mala noticia para los golpistas. A ello se añadió el hecho de que en una de las mitades, la que permaneció leal a la República, estaba todo el potencial industrial, lo que auguraba una difícil situación para los sublevados, sobre todo si no eran capaces de mantener el orden en la "zona nacional" y la población empezaba a movilizarse contra ellos. La solución fue, y de eso existe documentación que lo acredita, un plan de represión tremenda en esa zona para acallar dodo intento de resistencia social. Para conseguirlo, lo primero era eliminar a las cabezas que pudieran organizar tal resistencia, es decir, los dirigentes más destacados de todos los partidos políticos que defendieron a la República.

En Salamanca, donde siempre se dijo que nunca hubo guerra, la "Cárcel Nueva", estrenada en los últimos años 20, se llenó de presos. Buena parte de la sociedad salmantina acabó allí. Unos salieron con vida (Filiberto Villalobos, Mariano Núñez, de El Adelanto, el pastelero Burgueño, por ejemplo). Otros no. Entre ellos, los protagonistas de "Escrito en capilla"

Ha tenido la oportunidad de entrevistar y hablar con familiares de estos 7 hombres, ¿qué es lo que más le ha sorprendido de sus testimonios?

Tras concebir la idea de escribir el texto, me puse en contacto con los familiares de todos ellos y comenzamos a realizar entrevistas. En un caso, el de don Casto Prieto Carrasco, la propia familia puso a mi disposición un libro editado por los hijos y nietos en los años 80 como recuerdo familiar y solo para ellos, en que aparecen desde el Diario de don Casto hasta el "Diario a bordo del Cárcel de Salamanca", el texto que escribió en los pocos días en que permaneció en ella, o la carta que remitió a su esposa, Ana, con motivo de su onomástica, solo dos días antes de morir fusilado en el Monte de la Orbada.

Desde aquí quiero reiterar mi agradecimiento a todos ellos por dejarme entrar en tan preciado santuario, ya que no es exagerado etiquetar así lo que representa el rincón de su memoria en que guardan los recuerdos que quisieron compartir conmigo. Y, ahora, con todo el que quiera leer "Escrito en capilla".

Más de 80 años después, ¿por qué sigue siendo costando tanto hablar y saldar una deuda de reconocimiento y memoria con las víctimas del franquismo?

Dar recetas simples es tentación fácil. Y, como todo lo fácil, posiblemente equivocado. Etiquetar a unos y a otros posiblemente sea el mayor dislate. Nada menos que Unamuno, que vivió los primeros días de aquello y, en buena medida, fue un represaliado más, ya alertó, ya nos alertó, de" los hunos y los otros". Tal vez, para responder a la pregunta, haya que buscar o mirar en lo más recóndito de nuestro alma como individuos y como sociedad.

¿Dónde podemos adquirir este libro?

El editor ha llegado a un acuerdo con varios libreros bejaranos para ello. Supongo que en Salamanca ocurrirá lo mismo y se hará público para que quien esté interesado en comprarlo lo tenga lo más fácil posible.

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