El último arreón permite a la organización quedarse a poco más de cien dorsales para alcanzar el tope disponible
Al final el último llamamiento de la organización surtió su efecto y las inscripciones de la XXXIV San Silvestre estuvieron a punto de lograr que, un año más, se agotaran los dorsales. Algo más de un centenar son los que se han quedado sin retirar y, probablemente, si la organización ampliara ese plazo, a buen seguro que se asignaban. Sin embargo, hace ya días que se superó con creces el
récord de inscritos, situados en los 7.007 de la anterior edición. En ésta, de los 7.557 posibles, los aficionados han retirado un total de 7.440, sin duda, un nuevo éxito superando en más de cuatrocientos los de la anterior edición. Lo que está claro que el próximo 31 de diciembre, el espiritu de la San Silvestre volverá a inundar las calles de Salamanca y con más efectivos que nunca.