Viernes, 29 de marzo de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
‘Carmen’, ‘Aida’ o ‘La Traviata’, en el otoño de ópera y ballet en los cines Van Dyck
X
Entradas desde 10 euros

‘Carmen’, ‘Aida’ o ‘La Traviata’, en el otoño de ópera y ballet en los cines Van Dyck

Actualizado 31/08/2017
Redacción

En Salamanca se podrán disfrutar nueve títulos desde los teatros más importantes del mundo: de Beijing a Moscú, París y Barcelona

Entre los aficionados a la ópera existe un debate: ¿qué título recomendarían a alguien que no hubiese visto ninguna? Abundan las posibilidades, pero se suele coincidir en varias: La traviata, La flauta mágica, Carmen, La bohème? El año pasado ocuparon los cuatro primeros puestos en número de representaciones mundiales, según estadísticas de Operabase. En décimo lugar aparece Aida. Sea por su argumento, su música o su indiscutible encanto, el público las adora.

Todas esas obras podrán verse este otoño en los cines Van Dyck (paseo de Torres Villarroel), desde el 5 de octubre y hasta el 21 de diciembre. "Hemos preparado una temporada de ópera y ballet que sirve tanto para el disfrute de los expertos como para que a los neófitos les pique el gusanillo", explican desde la dirección de las populares salas salmantinas. Nueve títulos desde los teatros más importantes del mundo: de Beijing a Moscú, París y Barcelona.

Otoño de ópera y ballet en los cines Van Dyck

Como aperitivo, fuera de programa, viajamos a Londres. El 20 de septiembre, en directo desde la Royal Opera, La flauta mágica, la carta de despedida de Mozart, con Julia Jones a la batuta y escenografía de David McVicar. Un singspiel -mezcla de canto y diálogos hablados- que tras la apariencia de fábula moral esconde una profunda reflexión sobre el espíritu y la sabiduría.

La temporada propiamente dicha arrancará el 5 de octubre con otro éxito de masas: Carmen, de Bizet. Será desde Bregenz, el festival de la pequeña localidad austriaca junto al lago Constanza, con un escenario flotante en el que se despliegan impactantes decorados. En esta ocasión, el danés Kasper Holten y su socia habitual, Es Devlin (diseñadora de las giras de Lady Gaga o de las últimas ceremonias de las Olimpiadas), conciben una gigantesca baraja de cartas, referidas al destino de la gitana protagonista. En el foso, la sinfónica de Viena.

Melodías tan reconocibles como la Habanera, la Seguidilla o Toreador ayudan a que el recién llegado se sienta partícipe y pierda el miedo. Para enamorarse de la lírica, tan importantes como las propias obras son los cantantes. Hoy solo una estrella agota localidades como en su momento Pavarotti o Callas: Anna Netrebko. La soprano rusa, que aparte de su magnetismo ha sabido reconvertirse del bel canto a los papeles pesados, debuta el 7 de diciembre como la Maddalena de Andrea Chénier junto a su marido, el tenor Yusif Eyvazov, que encarna al poeta del título. El director de La Scala, Riccardo Chailly, reivindica el verismo de Giordano.

En el Olimpo de los tenores de esta década apenas destacan Kaufmann, Flórez? y Piotr Beczala. Al polaco nadie le tose en el papel de Riccardo, el gobernador asesinado por su mejor amigo en la apasionante Un ballo in maschera, de Verdi. Se basa en una historia real, el regicidio de Gustavo III de Suecia durante un baile de máscaras en la corte de Estocolmo en 1792. El próximo 24 de octubre la veremos en directo desde el Liceu de Barcelona, con una oscura producción de Vincent Boussard y vestuario del mismísimo Christian Lacroix.

Las celebridades de la moda y del cine saltan a la ópera como estrategia para atraer la atención de los medios y del público joven. En La traviata de Roma sumaron fuerzas dos: la realizadora y guionista Sofia Coppola (Lost in translation), en su debut como directora, y el diseñador de alta costura Valentino, que se encargó de los impresionantes vestidos de la protagonista. Hubo aforo completo en las quince funciones. El 16 de noviembre retransmitiremos grabado el melodrama de Violetta y Alfredo, con el que Verdi comenzó su madurez.

Tanto para los entendidos como para los noveles un aspecto resulta fundamental: la escenografía. Todos se asombrarán con la Aida de Beijing, el 9 de noviembre, despliegue de medios -fortalezas, barcos, fuego, vestuario de época- a cargo de Ezio Frigerio, que optó al Oscar por Cyrano de Bergerac (1991). El propio edificio deja boquiabierto: un gigantesco óvalo de cristal y titanio al que se accede por debajo de un lago artificial. Con el indio Zubin Mehta al frente de la orquesta, la guinda la pone la gran soprano Hui He, en la actualidad la mejor en ese papel.

El último elemento de la ecuación son los directores. Y ahora mismo ninguno conecta con el público como Gustavo Dudamel. El venezolano empezó 2017 como el más joven en llevar la batuta en el Concierto de Año Nuevo en Viena, y después de los éxitos en Los Ángeles y La Scala debutará el 12 de diciembre en uno de los pocos fosos que le quedan: París. Con el arrebatador romanticismo de La Bohème, de Puccini. Por si no fuera suficiente con la escenografía del vanguardista -y mediático- Claus Guth, el reparto es de muchos quilates: la búlgara Sonya Yoncheva, el tenor brasileño Atalla Ayan y la rusa Aida Garifullina.

Nuestra apuesta escénica no se limita a la ópera. Como siempre, la temporada incluye ballet. Primero, el 30 de noviembre desde Moscú, La fierecilla domada. El Bolshói encargó al prestigioso coreógrafo francés Christophe Maillot (ballet de Montecarlo) un nuevo título basado en la comedia de Shakespeare, que conocemos de su adaptación cinematográfica con Liz Taylor. Con música poliédrica de Shostakovich, arrasó en taquilla y en los premios. Por otra parte, el 21 de diciembre, desde Londres, el Royal Ballet consolida su clásico más reciente, Alicia en el País de las Maravillas, elaborada en 2011 por el coreógrafo Cristopher Wheeldon (Cuento de invierno) a partir de la novela de Lewis Carroll. Tanto la danza como la atractiva partitura de Joby Talbot y la colorista escenografía de Bob Crowley son una delicia para todos. Sobre todo si quienes bailan son Lauren Cuthbertson y Federico Bonelli.

Comentarios...