Hospital de La Paz: forja de nuevos samaritanos

Hace ahora 53 años, al final del Paseo de la Castellana, casi en el campo, se inauguraba un hospital que, por coincidir con el XXV aniversario del final de la Guerra Civil, pasó a llamarse Hospital General "La Paz". Desde su nacimiento, se convirtió en un hospital de referencia, y el primero también de urgencias. En toda España, no sólo en Madrid, decir La Paz basta para referirse al primer gran hospital español. Desde entonces, el complejo hospitalario no ha dejado de crecer hasta convertirse en una gran ciudad sanitaria compuesta de múltiples edificios que albergan en sus entrañas cuatro grandes hospitales (general, materno, infantil, y traumatología y rehabilitación). Por ser el Clínico de la Universidad Autónoma de Madrid, desde 1970 tiene también la consideración de Hospital Universitario donde se desarrollan, a la vez, la asistencia, la docencia y la investigación médicas.

A los españoles nos cuesta mucho reconocer nuestros propios logros pero, en este caso, hay que convenir que estamos hablando del hospital que se ha ganado a pulso el prestigio de que goza, dentro y fuera de España. Hoy por hoy, es el buque insignia de la sanidad en España."Este es el hospital con mejor reputación de España, una máquina de salud de la que todos los madrileños nos tenemos que sentir orgullosos"; estas palabras las pronunció la persona responsable de la empresa que llevó a cabo un estudio, en 2016 para valorar todos los hospitales e España. En muchas de las especialidades que comprende ese estudio, La Paz lidera el ranking nacional. En él trabajan 1.000 médicos, 500 MIR y un total de 7.000 profesionales.

A pesar de su condición de Hospital General, al hablar de La Paz, lo que más sobresale, contemplando su skay line, es la primitiva torre cilíndrica de maternidad, icono de pariotorio nacional, donde han nacido más de 700.000 niños, entre los que se debe incluir un alto porcentaje procedente de embarazos de alto riesgo, venidos del resto de España ?y del extranjero- atraídos por la fama y la especial preparación de todo el personal del Sevicio. Como español orgulloso de tener un centro así, hoy quiero rendir mi pequeño homenaje de admiración y reconocimiento a todas las personas que, día a día, dan lo mejor de sí mismas en algo tan digno como es restaurar la salud de los demás. Y lo hacen en silencio, sin darse importancia, porque en su día empeñaron su palabra para dedicar su vida a sanar enfermos. Saben perfectamente que, con frecuencia, deben olvidarse del reloj, del descando -o del cansancio-, algunas veces de la familia, y acostumbrarse a vivir pegados al móvil o al "busca". Aman su profesión por encima de cualquier otra apetencia y, cuando formulan alguna petición, tienen muy claro que lo primero es el enfermo.

La Paz es un hospital que sobresale en muchos aspectos, a pesar de que no es nada fácil coordinar todos los campos que componen la vida y funcionamiento de este centro para que el engranaje de asistencia, docencia, investigación y logística llegue a formar una máquina perfectamente engrasada. Para ello cuenta con el mejor lubricante: su personal. Toda la plantilla, desde el más afamado superespecialista hasta la más humilde limpiadora, han puesto su granito de arena para conseguir que esa casa tenga el reconocimiento de Centro de Referenciaa y Excelencia Sanitaria. Posee la acreditación que concede el Servicio Nacional de Salud para poder llevar a cabo en sus instalaciones varias clases de trasplantes de órganos. Para que ese presente no se deteriore, se cuida al máximo la calidad, y para que el futuro sea mejor, se trabaja el día a día de la investigación. Por algo será cuando La Paz es el hospital que ponen como modelo todos los demás hospitales, públicos y privados. A este nivel se llega con trabajo e ilusión. Trabajo, desde luego, no falta. Alguien dijo que esto no es la paz sino la guerra. Quien entra a formar parte de la plantilla, en cualquier escalón, no lo ha tenido nada fácil; no en vano se busca a los especialistas más destacados de cada campo y todos sus residentes son primeros números de su promoción.

La Paz ha sido pionera en operaciones complicadas y sigue conservando esa condición en muchas de sus especialidades, pero, por el especial sentimiento de ternura que despiertan los niños, merece la pena dedicar unas palabras a su hospital infantil. Ahí es donde se han efectuado mas trasplantes infantiles, algunos de ellos verdaderamente complicados. El equipo de cirujanos cardíacos infantiles del centro ha sido reconocido como uno de los mejores de España, con una supervivencia del 97%. Cuenta también La Paz con una reciente unidad de cirugía fetal, donde se tratan o se corrijen algunas malformaciobes, bien abriendo el útero de la madre o bien accediento a él por laparoscopia. Dado el tamaño de los pacientes, estaríamos hablando de cirugía casi microscópica. De esta forma llegan al mundo seres condenados a una muerte prematura o a vivir en condiciones prácticamente imposibles.Todos estos especialistas se alimentan con la satisfacción de recuperar vidas perdidas, labor muy difícil de compensar. No han escogido su profesión por dinero. Otros, con menos preparación y mucha menos responsabilidad, tienen contratos multimillonarios. Ellos trabajan por un sueldo base de poco más de 2.000 ? y, a juzgar por su buen humor, se sienten inmensamente felices. Cada mañana comenzan la jornada con afán de superación, planificando el quehacer diario y tratando de superar los problemas que surgen a cada momento. Conseguir superarlos es su meta.

En nombre de toda la sociedad, felicidades por vuestra abnegada y sacrificada dedicación, y en nombre de todos los enfermos que no lo hayan podido decir personalmente, muchas gracias a todo el personal de La Paz. No cambieis.