A bocajarro

Cuesta creer que un político o allegados, que se ha zafado de mil envites, sea ajusticiado a bocajarro.

Las cosas empresariales a pie de calle están muy mal. La competencia desleal, la imitación, el robo de clientes por engaño, la venta sin licencia, etc. La situación en algunos territorios de España se asemejan al lejano oeste, como es el caso de Baleares o Cataluña. Ya se han dado caso de ajustes de cuentas a balazos, pero ni siquiera en estos casos, a bocajarro.

Sin embargo, los políticos arreglan sus cuitas, antes y ahora, de la misma forma sibilina con la que las causan. Pero que a Blesa, responsable empresarial a título político de Caja Madrid, parece que le han dado matarile porque ya no habría otra forma de arreglar el asunto. ¿Homicidio? Porqué no. Puede que nos cuenten muchos lances de caza en esta historia, pero una persona que transcribió en correos sus viles pensamientos, sus maquinaciones y sus ejecuciones. Alguien que no tuvo escrúpulos en urdir una estructura falaz sobre la que se sostenía toda una institución financiera para engañar a la Comisión de Valores. Alguien que mantuvo un sistema de retribución a consejeros opaco a toda la estructura haciendo una administración desleal de la institución que presidía. Alguien que puso en jaque la economía de España con un rescate bancario sin precedentes, no puede haberse quitado la vida.

Precisamente porque la vida es lo más valioso que tenía y lo que más había cuidado, aquí hay mimbres para que la opinión pública sea obligada a tragarse esta información a bocajarro.

Tratándose de la vida de una persona, no puede frivolizarse con su final desenlace, por eso, mi máximo respeto a su persona. No así a la forma de venderse la noticia, ni por el contenido ni por el medio utilizado para darla a conocer, un medio con vínculos muy directos con la dirección del Gobierno. Nada tienen que ver ideologías con soluciones para el país, por eso que la clase política arregla sus cuitas de una manera en ocasiones inexplicable para la gente de calle.

Esta información es relevante de cara a conocer la manera en la que piensan resolverse los asuntos económicos de este país. Mucho han aguantado los ciudadanos que ha sufrido el desahucio y el abono de las deudas hipotecarias, los que han pagado créditos draconianos a sabiendas de que su concesión ya era a riesgo, los que adquirieron preferentes, swap, hipotecas multidivisa o productos complejos de lo más variopinto. Nadie ha tomado las de Villadiego y afiliado cuchillos contra directores de oficina, comerciales bancarios, directores territoriales ni directivos de banca. Está la justicia, en la mayor parte de los casos europea, para resolver y amparar los derechos constitucionales y básicos de los ciudadanos españoles.

Pero esta muerte tiene tantas luces y sombras como cualquier ajuste de cuentas en Las Vegas. Luces, las que parecen advertir a quienes está próximos a Blesa y amenazaban con tirar de la manta o ir contra el actual Gobierno. Sombras las que representan en irse a una finca, solo, un cazador que sabe el daño que infringe un disparo sobre la carne animal y la dificultad de autodispararse un arma de campo.

Sea como sea, DEP Blesa.