Ficciones

Desde 'Las mil y una noche' sabemos que narrar es el recurso más eficaz de que dispone el ser humano para oponer un muro a la muerte. En la medida en que narramos, estamos vivos, ya que estamos tejiendo, entre todos, el relato del mundo, de lo que somos, de nuestros anhelos, sueños, esperanzas, miedos? y perspectivas de todo tipo.

Ficciones. Es un término hermoso en nuestro idioma, para aludir a la capacidad de narrar, de inventar y de recrear el mundo, que todos tenemos y de la que todos participamos. Es también 'Ficciones' el título de ese libro emblemático de uno de nuestros supremos narradores contemporáneos, el argentino Jorge Luis Borges; un libro en que se encuentra ese trágico, desesperanzado y, al tiempo, misterioso cuento titulado "El Sur" (por cierto, el preferido por el autor, entre todos los suyos), en el que un hombre, a solas con su destino, en un espacio adverso, se encuentra con la muerte, debido a la estupidez y a la maldad de los otros.

Ficciones. En este 2017, se cumple ya medio siglo de la publicación de una de las ficciones contemporáneas más hermosas en nuestro idioma: 'Cien años de soledad', del ya desaparecido escritor colombiano Gabriel García Márquez, que se publicara, allá por 1967, en la bonaerense Editorial Sudamericana, sello en el que aparecieran también otras obras memorables en nuestro idioma, entre otras, la edición completa y definitiva de 'Cántico', del vallisoletano Jorge Guillén, en 1950.

Pese a que hoy no haya una total unanimidad crítica, posiblemente 'Cien años de soledad' sea la novela más hermosa creada y publicada en castellano a lo largo del siglo XX. Es verdad que está 'Pedro Páramo', del mexicano Juan Rulfo, es verdad que están otras varias, pero 'Cien años de soledad' es un relato pleno, que recoge todo el rumor del existir de unos seres humanos que aman, sueñan, viven en un espacio simbólico, Macondo, y donde se producen esas extraordinarias bodas entre lo real y lo maravilloso (eso que Alejo Carpentier acuñara, con una gran fortuna, con el sintagma de "realismo mágico"), que, por otra parte, está tan presente en la vida de todos, pese a que seamos ciegos para percibirlo.

Hay, por supuesto, otras maravillosas ficciones contemporáneas en nuestro idioma, otras extraordinarias novelas. Cada lector ha de descubrirlas, según su ritmo y dinámica de lecturas. Está reciente la traducción al inglés de una novela, temprana, de 1956, del narrador argentino Antonio Di Benedetto, titulada 'Zama'. La crítica anglosajona se ha quedado sorprendida por la belleza de esta obra. Incluso hasta un Premio Nobel de Literatura, como es el sudafricano Coetzee, en su comentario sobre tal obra, ha llegado a decir que es la gran novela sudamericana contemporánea. Cosas de los anglosajones. Sí, 'Zama' es una obra, simbólica (la soledad del hombre y su destino fatal), muy hermosa. Léanla, es totalmente recomendable.

Pero celebremos este cincuentenario de 'Cien años de soledad', que crea un bellísimo territorio de ficción, marcado por esas bodas entre lo real y lo maravilloso. Si el coronel Aureliano Buendía, frente al pelotón de fusilamiento, recordó la ya lejana tarde en que su padre lo llevó a conocer el hielo; nosotros, desde que la leyéramos, nunca hemos olvidado la fascinación que nos provocó una de las ficciones contemporáneas más hermosas y conseguidas de nuestro idioma.