Nuevos caminos I

Aunque muchos opinan que convivimos con numerosas crisis (económica, energética, medioambiental, social, incluso de valores y de fe), en mi opinión se trata de una única crisis, eso sí, una crisis con muchas aristas y enormemente compleja. Una crisis que coloca sobre la mesa multitud de problemas, problemas íntimamente conectados que comparten un aspecto común a la hora de buscar soluciones: el destino de toda respuesta no puede ser otro que el ser humano y por tanto cualquier acción deberá ser formulada, ineludiblemente, desde un enfoque de respeto a los Derechos Humanos.

Estos derechos, deben ser la trama de cualquier solución que podamos identificar, deben ser el cemento en la construcción estrategias, programas, proyectos o acciones que pretendamos llevar a cabo. Y todo este porceso debe ser presidido por la reflexión, el debate constructivo y el consenso amplio. El fruto de todo este urgente dialogo colectivo y social nos permitirá transitar nuevos caminos y encontrar nuevas respuestas ya que las actuales responden a preguntas del pasado.

Con demasiada frecuencia caemos en la torpeza de enunciar, aprobar, incluir en nuestras Constituciones y publicar en los Boletines Oficiales, derechos y más derecho: derecho al trabajo, a la vivienda, a la libre expresión, a la participación, a la salud, a la educación, etc.; olvidando que lo auténticamente complicado e importante, lo que demanda un mayor esfuerzo, lo que exige decisiones valientes desde voluntad política es, no el hecho de proclamar los derechos, sino su instauración. Materializar, garantizar los derechos que nos damos para que realmente puedan ser ejercidos por todos los ciudadanos, ese es el auténtico desafío, el resto sólo palabrería barata.

Hay que aceptar que la inestabilidad en el empleo, la precariedad laboral, los bajos salarios, los recortes de derechos civiles y de protección social no son elementos pasajeros, contextuales, derivados de una situación de crisis. Son situaciones que están aquí para quedarse y convivir con todos nosotros. Esta desagradable convivencia ha comenzado ya a conformar un nuevo, unos nuevos modelos de sociedad. Modelos, que si no nos gusta habrá que cambiar, pero planteando las preguntas adecuadas y para aprender a formular estas preguntas a futuro, necesitamos nuevos métodos, nuevas herramientas, recursos diferentes. Sólo podremos viajar hacia un futuro social digno transitando otros caminos, utilizando otros medios, porque los que estamos usando son viejos y obsoletos. Si queremos algo que nunca tuvimos, debemos hacer cosas que nunca hicimos.

"Cada día me miro en el espejo y me pregunto: Si hoy fuese el último día de mi vida ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy? Si la respuesta es "no" durante demasiados día seguidos, sé que necesito cambiar algo". Son palabras del californiano fundador de Apple y máximo accionista de Walt Disney Company, Steve Jobs. Creo que coincidirán conmigo en aceptar que entre la gente capaz de abrir y transitar nuevo camino es, sin duda, alguien a incluir por méritos propios.

Bueno pues aquí lo dejo esta semana, el próximo viernes más, si les interesa el tema.