Pergeñar

Cuando estoy pergeñando; de Pergeñar (disponer o ejecutar una cosa con más o menos habilidad) y también: (penetrar, entender, calar, conocer a fondo), este artículo; dos noticias (además de las banales de todos los días como lo relativo al balón de oro de Ronaldo y los regates de Mesi) y la terrible de Alepo me conmocionan. Porque hacen bueno lo que alguien entendido me decía "El mundo vuelve a acelerarse".

La primera por su enorme brutalidad es; la masacre ocasionada por un camión en Berlín con la muerte de doce personas y muchos heridos. La segunda, no menos brutal y despiadada, es el asesinato a sangre fría del embajador ruso en Turquía. Y todo ello en vísperas de Navidad. Noticias que me hielan los ánimos y que no tienen la esperanza de una primavera mejor. Efectivamente, el mundo mundial se ha vuelto a acelerar y yo no logro penetrar, por más que lo intento, en el ¿Por qué? De todas estas salvajadas, ni logro entenderlas, ni tampoco calar en sus motivaciones y mucho menos, conocer a fondo este ¿Por qué? De tanta sinrazón.

Y precisamente me llega este maremagnun Universal de desgracias, cuando estoy inmerso en otras noticias de actualidad que me sobresaltan pero me dan esperanzas. La primera me atañe personalmente y está relacionada con un salmantino: "Enrique López Poveda (Salamanca-1970) y su Equipo, que han logrado una patente Internacional para un nuevo implante Coclear que mejora la audición de las personas con sordera en los entornos ruidosos" Y por otro lado, estudian cómo mejorar la satisfacción y mejor calidad de vida de los usuarios de audífonos. Y aquí, en este tema es donde a mi me duele? y mucho. Pues me pasa lo que a un amigo que cuando me ponía a su lado izquierdo siempre me decía: ¡Ponte al otro? que de este estoy teniente! Pero para caso extremo el de otro conocido que, "se fue voluntario a la guerra, un poco por afán de aventuras, tomó parte en varios "follones" bélicos y de aquellos polvos le vinieron muchos lodos. Pues según me contaba señalándome sus oídos afectados de acusada sordera. Estuvo mucho tiempo sin oír absolutamente nada. Como sería, me decía con gracejo: ¡que el muro de la Presa de Santa Teresa? oía más que él ¡Y que solamente Dios podrá echarle una mano! (este conocido ya murió; pero yo estoy seguro que si viviera ahora, el Doctor Enrique López y su equipo podían haberle echado una manita). Nota: "Yo también ruego a los que me hablan? "susurrarme" en el oído izquierdo pues escucho mejor. Respecto a este gran avance cloquear, como aún tardará un tiempo en ser efectivo; me alegra mucho, pero tengo que decir? ¡Largo me lo fiáis?

La segunda noticia dice así: "Logran revertir el envejecimiento". ¡Jo? esta sí que es buena! Claro es según se mire? pues a lo peor para Carlos de Inglaterra no lo es tanto. Ya que si se logra revertir el envejecimiento, él que tiene más de 60 años de edad y su madre, la Reina Isabel con noventa? si la rejuvenecen, muy, pero que muy difícil tendrá el llegar a ser Rey de su terruño.

Y todo este lio es consecuencia de que: "Un grupo de Investigadores españoles, Consiguen dar marcha atrás al reloj biológico de ratones". Y además, cuando le preguntan al Investigador Científico Jefe: ¿Desaparecerán de repente las canas, las arrugas y las patas de gallo?...El buen hombre afirma: SÍ? estos cambios de la edad también podrían desaparecer y volver a su estadio joven. De donde, la alegría de muchos conocidos, ellos y ellas, (y no quiero señalar) que se pondrían contentísimos? Claro es, que dice también el Jefe: "Para la aplicación en Humanos, falta todavía mucho tiempo". Yo solamente puedo decir en mi caso. ¡Largo me lo fiáis.

Estoy terminando de pergeñar este artículo (21 de Diciembre) que saldrá, Dios mediante, el Domingo 1 de Enero----FELIZ AÑO!?Y me llega otra noticia: "La andropausia (síndrome de déficit de testosterona en el hombre) afecta a los varones a partir de los 45 años de edad. Se manifiesta con fatiga, cambios de humor, reducción de la fuerza y del impulso sexual y disfunción eréctil"

Solamente puedo decir: ¡No "semos" nadie! Y ahí lo dejo.

Anselmo SANTOS.