Hablemos de maricas

Es una especie conocida por todos, muy fácil de identificar y que podemos encontrar sin ninguna dificultad tanto en el campo como por las ciudades. Su plumaje es negro y blanco, ribeteado de azul eléctrico, y poseen una larga cola, que puede llegar hasta los 30 centímetros, que las dota de una gran vistosidad. Siempre están en grupo y son excelentes limpiadoras de los cadáveres que vamos dejando en las carreteras con nuestros coches. En campo abierto, cuando observa que los buitres se arremolinan porque han encontrado carroña, son de las primeras en unirse al festín, eso sí, manteniéndose siempre alertas, no vaya a ser que alguno de los grandes vecinos se ponga nervioso de tenerlas cerca.

Quienes han criado una desde pequeña, igual que les ocurre con los cuervos, saben que son fáciles de domesticar, son muy mansas, y no se alejan del sitio donde se le da de comer. No era raro tenerlas como mascotas amaestradas, hasta hace pocos años, principalmente en las zonas rurales. Su curiosidad innata, hace que entren por puertas y ventanas abiertas, lo que devino en conformar su leyenda de ladronas. Nada más lejos de la realidad, por cierto, según un reciente estudio de la Universidad de Exeter. En él, se ha demostrado que, al contrario de lo que suele pensar, experimentan miedo a los objetos brillantes, que identifican con algo potencialmente peligroso. Es más, los investigadores vieron que, al igual que muchos humanos, experimentaban neofobia: miedo a las cosas nuevas.

Urraca, marica, picaza, pega, cotorra azul, son algunos de los nombres vulgares por la que es conocida; su nombre científico es Pica pica, femenino de picus, pájaro. Son las únicas aves capaces de reconocerse a sí mismas ante un espejo, según han demostrado en la Universidad de Ruhr, en Alemania, un grupo de investigadores, que utilizaron el método llamado "test de la marca", el mismo que se utiliza con especies no humanas y niños como indicador de auto reconocimiento. La prueba consiste en poner sobre el individuo estudiado una marca que no puede ver directamente, pero sí puede hacerlo a través de un espejo, siendo posible ver si el animal reacciona ante ella, comprendiendo que está en sí mismo o, por el contrario, cree que la marca la tiene otro sujeto.

Otras características, no menos sorprendentes, es que son capaces de utilizar herramientas, desarrollar un lenguaje más complejo de los que tienen la mayoría de animales o predecir hechos a partir de su propia experiencia. Todo ello la convierte en una especie con una gran capacidad de innovación, principalmente cuando de buscar comida se trata, o de esconderla, para que no se la roben. Las urracas son, sin duda alguna, las aves más inteligentes conocidas, siendo equiparadas, por su capacidad mental, a los delfines o los primates? y algún que otro homo sapiens.