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Ocho de cada diez padres considera que los deberes deberían ser diferentes
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estudio con 2.400 entrevistas

Ocho de cada diez padres considera que los deberes deberían ser diferentes

Actualizado 12/09/2016
El Norte de Castilla

Piden que se les dedique menos tiempo o se sustituyan por actividades como leer libros, consultar en la red o visitar un museo

Un estudio relizado por Ikea recoge los resultados de 2.400 entrevistas realizadas en todo el ámbito nacional a padres con hijos de entre 7 y 17 años, niños y adolescentes de ese mismo rango de edad, así como profesores de primaria y secundaria.

Una de las principales conclusiones que se desprende del estudio es que el 80% de los padres cree que debería haber algún cambio en el concepto de deberes, bien dedicándole menos tiempo a hacerlos, bien realizando actividades como leer libros, consultar en la red, ver una película o visitar un museo. En esta misma línea, el 95% de los profesores de primaria y secundaria cree que hay otras actividades más allá de los deberes diarios que pueden ayudar a los niños a reforzar sus aprendizajes como las tareas cotidianas (79,7%) o el juego (13,7%).

Para Rafael Feito, catedrático de sociología en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid «algunos datos interesantes del estudio son que padres y madres consideran que los deberes son actividades meramente rutinarias alejadas de la creatividad. Aunque los profesores dicen que son ellos quienes determinan los deberes, indican que en realidad se atienen a los contenidos de los libros de texto».

En la actualidad, un 65% de los padres opina que sus hijos se sienten agobiados o cansados por el tiempo que dedican a los deberes. A su vez un 43,6% de los niños afirma que los deberes les agotan y les dejan poco tiempo para estar con la familia y amigos, y un 27% se sienten presionados por tener que hacerlos, si bien para un 56,4% los deberes les ayudan a trabajar mejor en el colegio o instituto.

Para Eva Bailén, madre y promotora en Change.org del movimiento Por unos deberes justos «en general son necesarios muchos cambios en la educación española, no solo en cuanto a los deberes, sino también en las metodologías empleadas en el aula. Muchos niños se aburren en clase, y además cuando llegan a casa tienen que seguir haciendo deberes igualmente aburridos. Asocian aprender con algo tedioso, cuando no debería ser así. Es importante no crear en los niños y adolescentes ese sentimiento de que aprender es un rollo».

Por otra parte, el 62,4% de los padres cree que los deberes consisten en hacer ejercicios repetitivos o memorizar (22%). En cuanto a la tipología de deberes, una gran mayoría de los profesores (81%) dice seguir las actividades que figuran en el programa de estudios.

Respecto al tiempo que los niños dedican a los deberes, para un 33% de los padres es excesivo. El 39% declara que sus hijos dedican de media entre 30 minutos y 1 hora al día, y un 34,9% mencionan que entre 1 y 2 horas. De hecho, Asturias es la Comunidad que se sitúa a la cabeza en el porcentaje de padres que creen que le dedican tiempo en exceso llegando al 48,1% seguido de Castilla y León con un 46,5%.

Los niños y adolescentes tienen una percepción similar a la de sus padres con respecto al tiempo que dedican a los deberes: entre 30 minutos y 1 hora para el 41% y entre 1 y 2 horas para el 33,8%. Además, el 42,4% cree que tiene que dedicar demasiadas horas a hacer deberes en casa y para el 72% son aburridos. Esta opinión aumenta hasta el 77% entre los que tienen 15 a 17 años, que además dedican a los deberes más tiempo de la media: un 40% de niños de este rango de edad declaran dedicar entre 1 y 2 horas diarias.

Esta percepción contrasta con la que tiene la mayoría del profesorado de primaria y secundaria que afirman no mandar deberes habitualmente (59%). Para el 41% restante que sí declara mandar deberes, el principal objetivo es «que los niños puedan practicar e interiorizar los conceptos aprendidos en clase» (62,7%) o «generar un hábito de estudio» (28,8%).

Respecto al tiempo de dedicación a los deberes, el 45% de los profesores considera como óptimo dedicar a diario entre 30 minutos y 1 hora, y solo el 11,3% cree que deberían ocupar a los niños entre 1 y 2 horas.

Por otra parte el informe PISA 2012 refleja que España está por encima de las seis horas de deberes semanales, lo que sitúa a nuestro país como el quinto de la OCDE en el que más tiempo dedican los niños a los deberes tan sólo superados por Rusia, Italia, Irlanda y Polonia.

Eva Bailén cree que «una de las razones por las que los deberes han llegado al extremo de ser desbordantes es porque se ha extendido la creencia de que hay que acabar todos los ejercicios que se proponen en los libros de texto y cuadernos de ejercicios asociados a ellos. Es curioso que dependiendo del proyecto editorial escogido para un determinado curso los niños puedan tener más o menos deberes, y en consecuencia más o menos tiempo libre, lo que llega a afectar incluso a la hora en la que toda la familia puede por fin reunirse para cenar. Es importante que los docentes sean conscientes del tiempo que lleva completar todos esos ejercicios y estimar realistamente la dedicación que necesitaría para no desbordar a los niños hasta el punto de que no tengan tiempo ni de jugar. También hay que tener en cuenta los diferentes ritmos de todos los niños, para no perjudicar a aquellos con ritmos más lentos».

¿Una barrera para las cenas en familia?

El estudio continúa con un zoom sobre cómo influyen los deberes en los hábitos de vida y concretamente en las cenas. Así, un 41,9% de los padres considera que el tiempo que dedican sus hijos a hacer deberes supone un impedimento para disfrutar de más tiempo en familia y el 49,8% de los niños y adolescentes cree que si tuvieran menos deberes podrían disfrutar de más cenas en familia.

Las cenas son un momento clave de disfrute familiar ya que para un 31,8% de los padres «son el momento de hablar y saber cómo nos ha ido el día». Sin embargo según un estudio cualitativo hecho por la compañía sueca la cena en los hogares españoles se vive como «la obligación que cierra el día, el último obstáculo que superar antes de poder relajarse y descansar. Todos los miembros de la familia llegan a ella agotados y estresados, con el tiempo cronometrado, tras las actividades extraescolares, los deberes y las tareas cotidianas».

Por otra parte, un 45,4% de los padres afirma que la familia cena a diario mientras ve la televisión. En este sentido, Rafael Feito realiza la siguiente valoración «en lo que se refiere a las cenas entre semana, es llamativo el hecho de que cerca de la mitad de los padres y madres declaran que se ve la televisión durante esta comida, lo que podría indicar que no se aprovecha este tiempo para conversar».

Fuente El Norte de Castilla

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