Las casetas...

En fechas septembrinas y ambiente ferial, todos sabemos identificar el concepto: "casetas". Pero, en realidad, nos queríamos referir al "sancta sanctorum" del fútbol donde los jugadores tienen su ambiente exclusivo y privado como son los "vestuarios". Una estancia a la que muchos entrenadores nunca acceden mientras los jugadores se cambian, conviven y se preparan para el trabajo diario de los entrenamientos. Sin embargo, se cuentan historias en las cuales el utillero, o el segundo entrenador, o algún masajista actuaban de "alcahuetes" para conocer el pulso y los comentarios de los futbolistas en vestuarios. ¿El que tiene la información tiene el poder? Es una manera de dominar conversaciones y aspectos ocultos, secretos de alcoba, que seguramente no se hagan en otros lugares?

Alex Grijelmo firmó el artículo: "¡A la caseta!": "En el primer diccionario académico (1739), el "vestuario" era solamente el lugar destinado a que se revistieran en las iglesias (es decir, a que se pusieran ropajes por encima) los eclesiásticos; y a que se vistiesen en los teatros (es decir, a que se cambiaran de vestido) los "representantes". Sí, "representantes": así se llamaba también a los "farsantes y comediantes" que debían salir a escena para representar una obra. Hasta el año 1970 no recogió la Academia la acepción de "vestuario" como lugar de un recinto deportivo donde la gente se cambia de atuendo. Y su significado no deja de crecer, porque ahora incluso el vocablo sirve para referirse al conjunto de integrantes de un equipo ("el vestuario está muy unido"). La palabra nos llegó directamente desde el latín medieval, "vestuarium"; y tiene un cierto aroma de elegancia. Nada que ver con su precedente: "caseta"? Cuando un futbolista se ganaba la expulsión, la gente gritaba: "¡A la caseta, a la caseta!". Sonaba rotundo?" Una magnífica aportación conceptual?

Hasta se habla de futbolistas de "caseta", cuando algún jugador apoya incondicionalmente al equipo aunque no juegue de titular, un personaje "anónimo" que une a todos los miembros del equipo. En el país vecino, Portugal, los futbolistas conviven en el "balneario" (equivalente a "vestuario") y siempre me encantó la expresión, allí los jugadores tienen sus aposentos, su "capilla", su "confesionario"? Un lugar donde se reposan los esfuerzos, donde se practican los masajes regeneradores, allí se acicalan, donde el "vestuario" sirve para toda una gama de usos diferentes, por supuesto también como "vestidor"? Siendo "balneario", los baños calientes, o fríos, y otras aplicaciones prácticas fisiológicas, han ido aumentando las funcionalidades de las antiguas "casetas"? Por tanto, es un territorio práctico, un tanto religioso, que ayuda a la convivencia de los futbolistas.

Salamanca, 30 de agosto de 2016.