Talento futbolístico.

Es una palabra mágica en la época actual. Incluso con significados bíblicos como asegura José Antonio Marina en su libro "Objetivo: Generar talento" aunque ahora se insiste mucho sobre aquello de la "meritocracia" a pesar de que, como señaló en su día "The Economist", el mundo empresarial usa mucho la palabra "talento" aunque no sabe cómo definirla. Si esto lo trasladamos al mundo del fútbol es más complejo aún y cómo atribuirlo a los futbolistas. De hecho, es de general aceptación que solo admitimos que sean los "fuera de serie" los que tienen talento, ya hace tiempo aseguré que existen defensas con un gran talento para cumplir estrictamente sus misiones específicas; es posible que ya por entonces no fuera muy bien interpretado?

Si me sigo apoyando en Marina: "La inteligencia humana se convierte en talento cuando amplía sus posibilidades, cuando emprende un proyecto creador sobre sí misma, cuando se expande". Incluso nos significa que Robert Sternberg escribió un libro "Por qué las personas inteligentes pueden ser tan estúpidas", en la realidad se puede actuar de manera torpe aún siendo inteligente. Me encantan esos futbolistas que actúan con rigor en situaciones extremas, por ejemplo los defensas centrales del Barcelona y que muchas veces se encuentran solos ante el peligro del ataque enemigo pero acaban tomando la decisión más oportuna. "La inteligencia triunfante" en el fútbol no se limita a conocer y manejar bien la información, a gestionar las emociones, sino que adecua las decisiones a cada momento. Son futbolistas con alta "inteligencia ejecutiva que, actuando de manera precisa, muestran su talento específico?

El fútbol presenta muchas maneras de actuar a lo largo de un partido, unas con inteligencia y otras con torpeza. Y, a pesar de que Borges opinase que los futbolistas son "cenutrios" integrales vestidos con calzoncillos corriendo detrás de una tripa de cerdo, yo me quedo con lo que dice José Antonio Marina: "La evolución humana ha estado determinada ? como la evolución en general ? por el juego ciego de mutaciones y selección natural. Pero, además, por su "capacidad de aprender", que es la tercera fuerza evolutiva. Y no sólo podemos aprender más que el resto de los animales, sino que podemos decidir lo que queremos aprender". Por lo que podemos convertir nuestra inteligencia en talento, la gente progresa con el aprendizaje y mejorar de manera constante. Lo cual resulta un mensaje muy positivo. Yo diría que los futbolistas tienen talento muy específico, no solo Messi y Cristiano. Lo peor es que el fútbol ocupa demasiado tiempo en entrenamientos y partidos intensos por lo que los atletas no disponen de tiempo para cultivarse en otras especialidades menos lucrativas?

Salamanca, 25.agosto.2016.