Asalto al Parlamento: Round 3 – K.O. técnico

Hemos perdido el tercer asalto al Parlamento. Lo que parecía imparable, el desborde que empezó con las Europeas y siguió con las municipales, con todas las aguas recogidas desde el 15M para acá, ha tenido su primer fracaso. Los resultados de las últimas elecciones no dejan margen de maniobra. Pero aún no está todo perdido: está el panorama tan liado, que los mejores augures pronostican nuevas elecciones a más tardar en dos años.

Está todo tan liado, que los medios de comunicación nos dan a cada minuto una "noticia de última hora": un órdago por aquí, una oferta amable para hacerse querer por allá? y a las pocas horas, vuelta a la tortilla y nos encontramos con la situación contraria.

Lo último que oí es que Pablo Iglesias quiere pactar un Gobierno en el que esté su amiguito Garzón. Dice, que la suma de los votos de las formaciones a las que pertenecen, les da legitimidad.

Ya. Legitimidad puede. Pero escaños, que es lo que hace falta, no.

¿Y por qué con tantos votos no tienen suficientes escaños? Por chulería. Bueno, por chulerías. Para ser exactos, por tres chulerías.

La primera chulería fue la de Podemos queriendo asaltar los cielos ellos solitos.

Se les dijo por "activa y por pasiva", que ellos solos no podrían, pero que si lográbamos que las "Mareas" se desbordaran aprovechando los movimientos municipalistas que habían cosechado tan buenos resultados en general, y en Salamanca en particular, sí podríamos asaltar el cielo entre todos, o al menos, una buena parte del Parlamento.

Pero no, ellos no querían formar parte de algo más grande, querían SU triunfo, se lo merecían y no estaban dispuestos a renunciar a él. Y efectivamente se lo merecían, nadie les ha negado nunca los triunfos cosechados, ni nadie pretendía que renunciaran a nada, pero se veía venir que todos esos triunfos no iban a ser suficientes.

Y ahí están, ellos solitos, haciéndole el juego a la vieja política. Ellos solitos, porque aunque 69 escaños puedan parecer muchos, al menos en comparación con los que había antes, lo cierto es que son pocos: No son suficientes. Y también son pocos, porque son muchos menos de los que se habrían conseguido incluso, en el peor de los casos, con una simple suma de siglas.

Y haciéndole el juego a la vieja política, porque ahí está Pablo Iglesias, intentando negociar con un PSOE que se reconoce CENTRO-izquierda, y, todo esto, alargando unos meses más o puede que incluso años, la penosa situación de los miles de familias en peligro de exclusión o excluidas desde hace ya demasiado tiempo.

La segunda chulería fue la de IU. Tantos años de existencia no se podían ir al traste de golpe, y eso que de golpe, de golpe, lo que se dice de golpe, no era: se les venía advirtiendo desde cuatro años atrás (desde el 15 de mayo de 2011, para ser más exactos), que ya habían cumplido su ciclo y que era hora de dejar paso a las nuevas formas de hacer política. Pero ellos, empecinados, como lo son la mayoría de sus militantes, vieron en Ahora en Común su tabla de salvación y se lanzaron con uñas y dientes a la conquista de ese espacio nuevo, con el único fin de lavar la cara y la imagen de IU. Destrozaron un proyecto que empezó grandioso para conseguir ¡¡¡dos escaños!!! ¿Adónde vamos con dos escaños?

Y la tercera chulería, la de Equo. Tenían poco que rascar, pero no tenían nada que perder, así que se dedicaron a su "fontanería fina", negociando por aquí y por allá, a escondidas, o a puerta cerrada, o yoquésé, yoquése. Y acabaron vendiéndose al mejor postor, en vez tratar de salvar la confluencia por la que algunos de los suyos se habían dejado la piel.

Bueno, han conseguido un escaño para don Uralde ¡que lo disfrute con salud! Mientras le dure, porque si se repiten las elecciones, será más bien poco.

¿Cómo diría Bryan? Frente judaico popular, frente popular de Judea,? solo que en este caso, soy yo la

¡¡¡¡¡¡ D I S I D E N T E !!!!!!