Perdió la vida hace más de 15 años en una concentración en Italia a consecuencia de un ataque al corazón e Iniesta le dedicó el gol del Mundial
La presencia de un coche rotulado en el centro de Salamanca con la imagen y el nombre de Dani Jarque, exjugador y capitán del RCD Espanyol fallecido en 2009, ha llamado la atención en una zona urbana, convirtiéndose en un discreto pero potente homenaje al futbolista.
El vehículo, de color negro, luce en el capó una silueta del rostro de Jarque acompañada de su nombre, mientras que en el parabrisas puede leerse el lema “Maravillosa minoría”, una expresión históricamente ligada a la afición espanyolista y a su sentimiento de pertenencia. El conjunto refuerza el carácter simbólico del coche, que actúa como recuerdo permanente de una figura muy querida por el club y su hinchada.
Su fallecimiento repentino en la concentración del equipo en Italia marcó profundamente al club y a sus seguidores, que desde entonces mantienen viva su memoria a través de múltiples gestos y homenajes.
Este tipo de iniciativas espontáneas, alejadas de los actos oficiales, reflejan cómo la figura de Jarque sigue presente en la vida cotidiana de muchos aficionados, trascendiendo el ámbito deportivo para convertirse en un símbolo de identidad, recuerdo y fidelidad a unos colores. Y se ha dado la casualidad de verse en Salamanca. Iniesta le dedicó el gol del Mundial de 2010.