Trump dispara a barcas, supuestamente venezolanas y supuestamente narcolanchas (ya van más de 90 personas asesinadas), mientras el mundo lo contempla impasible.
Rusia bombardea a Ucrania mientras amenaza al resto de Europa, y el mundo lo contempla impasible.
Israel firmó un alto al fuego en Gaza mientras dispara tras una supuesta línea amarilla, y niega el acceso a la ayuda humanitaria. Y el mundo lo contempla impasible.
Santos Cerdán miente descaradamente en la Comisión de Investigación en el Senado, mientras lanza amenazas veladas a diestro y siniestro, tanto a “propios” como a contrarios.
El PP pretende dar lecciones de anticorrupción y antimachismo.
La izquierda a la izquierda del PSOE observa atónita la profusión de escándalos a todos los niveles, mientras no se decide si ir para atrás o para adelante, porque de cualquier manera, mal.
Otra dana destruye casas y coches, otra epidemia,... otras catástrofes debidas al cambio climático, tanto en España como en casi cualquier parte del planeta, y el mundo, no es que mire impasible, es que sigue retrasando las medidas para reducir las emisiones a la atmósfera.
La ultraderecha se está haciendo con el poder impelida por los jóvenes, sobre todo varones, muchas veces sin estudios, que ven que el futuro se presenta muy negro para toda la población, pero para ellos se presenta negro sobre negro. Hasta en Chile, donde gana las elecciones un seguidor de Pinochet, el que asesinó entre otros miles de personas, a Víctor Jara, o sea, no ya ultraderecha, sino fascismo
Y el mundo lo contempla todo, impasible. Las instituciones que se construyeron tras la Segunda Guerra Mundial, para que todo esto no pudiera volver a ocurrir, ya no sirven para nada. El capitalismo salvaje y el ultraliberalismo nos han traído a un “sálvese quien pueda”, a un planeta sin ley, ni siquiera la del más fuerte, del que todos y todas, vamos a salir muy mal parados... quienes consigan salir, claro, que visto lo visto, no serán los mejores