Lo que antes requería varias manos y mucha organización, hoy puede automatizarse.
Desde hace algún tiempo, el sector hostelero está protagonizando un momento de profundo cambio: una auténtica transformación que proviene de cómo cobramos y gestionamos y entendemos el día a día del negocio. Es por ello que herramientas como SumUp Terminal han pasado de ser «un aparatito para cobrar con tarjeta» a constituirse como verdaderos centros de control que facilitan el trabajo y alivian muchos quebraderos de cabeza.
Como todos sabemos, si hay un sector donde cada minuto cuenta, ese es el de los bares y restaurantes. Antes las comandas, los proveedores, los clientes que llegan sin avisar y los que se quedan más tiempo del previsto, cualquier ayuda es bien recibida. Así pues, la digitalización se ha configurado como un gran apoyo para miles de negocios en Castilla y León, Salamanca y, en general, en toda España.
Lo que antes requería varias manos y mucha organización, hoy puede automatizarse. Las nuevas soluciones de cobro integran funciones que conectan con el TPV, sincronizan la contabilidad, generan informes automáticos e incluso ayudan a prever picos de demanda gracias a sistemas de inteligencia artificial.
Sistemas como SumUp Terminal centralizan el proceso: cobro, ticket, inventario, cuadre de caja… Todo unido, todo más fácil, todo más rápido y sin errores.
Se trata de una tendencia que no se limita a las grandes capitales, sino que también está llegando con fuerza a ciudades y provincias donde, hace apenas unos años, pagar con tarjeta en un bar era casi anecdótico.
De hecho, Castilla y León y Andalucía se han colocado a la cabeza del avance del pago sin efectivo. De las diez ciudades de España donde más ha crecido este tipo de transacción en 2025, siete pertenecen a estas dos comunidades. Burgos dispara las cifras con un incremento que supera con holgura el 140 % respecto al año pasado, mientras que Badajoz, Salamanca y Jaén muestran aumentos espectaculares que van desde casi el 90% hasta más del 60%.
A este grupo se suman otras ciudades como Pamplona, Zamora, Almería, Cádiz, Málaga e Ibiza; todas ellas con subidas sólidas que confirman la tendencia. La sorpresa es que, aunque Madrid y Barcelona siguen siendo referentes en digitalización, su crecimiento es más suave. Y es que, aplicando la lógica, allí la penetración del pago digital lleva años asentada, por lo que el margen para crecer es menor.
Tal y como señala Valerio Corsetti, Jefe de Ventas de SumUp en España, «el salto hacia el cashless ya no es exclusivo de las grandes urbes o zonas turísticas; está llegando con mucha fuerza a ciudades medianas e incluso a municipios más pequeños. La clave está en que las soluciones de cobro son cada vez más accesibles y fáciles de transportar».
Si algo ha impulsado esta expansión es la sencillez. Los comercios ya no necesitan grandes instalaciones ni contratos eternos. Los terminales actuales son ligeros, funcionan con baterías, aceptan distintos métodos de pago y se actualizan solos.
Sin olvidar que la IA empieza a hacer acto de presencia ganando visibilidad a pasos agigantados. Ciertos sistemas ofrecen recomendaciones automáticas para gestionar mejor las compras, detectar patrones de gasto e incluso evitar errores en momentos de mucho movimiento.
Resulta especialmente llamativo cómo las nuevas herramientas están mejorando la experiencia tanto para el hostelero como para la clientela. SumUp Terminal es un claro ejemplo: combina datáfono y sistema de caja inteligente, reduce el tiempo medio de cobro y facilita la gestión del negocio sin necesidad de infraestructuras complejas.
Lejos de sustituir el trato cercano, la tecnología lo potencia. Cuanto menos tiempo se pase gestionando problemas técnicos o cuadrando cajas, más tiempo se puede dedicar a conversar, recomendar o simplemente atender a la clientela con más dedicación.
En definitiva, no hay duda de que la hostelería está cambiando y, además, para bien. Está incorporando entre sus filas soluciones como SumUp Terminal, para que bares y restaurantes de Salamanca, Castilla y León y el resto de España den el salto hacia un futuro donde cobrar sea tan fácil como servir un café.