La actriz salmantina Nuria Galache estrena este sábado, 13 de diciembre, en el Teatro Liceo la adaptación teatral de 'Retahílas', de Carmen Martín Gaite. El montaje, que coincide con el centenario del nacimiento de la escritora, es un proyecto personal de la intérprete que define como un reto para dar voz a los silencios acumulados
El próximo sábado, 13 de diciembre, el Teatro Liceo de Salamanca acogerá mucho más que un estreno teatral. Será la culminación de un proceso personal, artístico y emocional impulsado por la actriz salmantina Nuria Galache. Coincidiendo con la semana en la que se cumple el centenario del nacimiento de Carmen Martín Gaite, la intérprete presenta 'Retahílas', una adaptación valiente de la novela que busca dar voz a los silencios acumulados.
Este proyecto no nació de un encargo, sino de una admiración profunda y una tenacidad personal. "Confieso que llevo detrás de esta obra bastante tiempo, me confieso fan absoluta seguidora de la escritora", asegura Galache. Aunque descubrió a la autora en su juventud, fue años después cuando Martín Gaite "volvió para quedarse" en su vida. En esas relecturas, la actriz intuyó el potencial dramático del texto: "Reconozco que llevaba tiempo pensando que era una cosa que se podía llevar a teatro, que era muy difícil, pero que se podía".
Transformar esa intuición en realidad requirió convencer a un equipo artístico de primer nivel. Galache relata cómo inició el proceso con el director Alejandro Arístegui, amigo y compañero de profesión. "Empecé yo un poco a meterle en el lío. Y Alejandro, que es un loco de la escena, se dejó arrastrar", explica sobre la génesis del montaje. A esta "locura" se sumó posteriormente José Gabriel López Antuñano, encargado de la compleja tarea de la adaptación.
El resultado respeta la arriesgada estructura original de la novela, basada en monólogos, pero trasladada al código escénico. "La escritora arriesgó mucho tal y como está estructurado el libro y el adaptador ha respetado esa estructura y también ha arriesgado", detalla la actriz.
Para Galache, dar vida a Eulalia ha supuesto un doble desafío: el actoral y el del lector devoto que debe desprenderse de sus ideas preconcebidas. La actriz confiesa que lo más difícil ha sido hacer tabula rasa: "Lo más difícil ha sido olvidarme de la novela, olvidarte de la idea que tú tenías de ese personaje y ponerte, de alguna manera, virgen en las manos de un autor y de un director".
Sobre las tablas, el público se encontrará con una Eulalia llena de matices y contrastes. Galache la describe como una mujer "que lleva mucho tiempo callada, sin expresar emociones y sentimientos". La paradoja y la dificultad del personaje radican en que, tras ese silencio prolongado, en la obra "explota con la palabra". El trabajo interpretativo se ha centrado en la contención, en mostrar las múltiples "aristas" del personaje de una forma sutil para mantener su verdad escénica.
Actuar en Salamanca supone para Nuria Galache una mezcla intensa de emociones: seguridad, respeto y una responsabilidad multiplicada. "Estar en casa te da mucho respeto. Tienes a los tuyos ahí apoyándote, pero también los tuyos son los más críticos", reflexiona.
La actriz se siente en esta función como una "anfitriona" que recibe en su ciudad a sus compañeros de escena, como el actor José Ramos, el director y el autor. "Me siento arropada por mis compañeros, que saben que están en mi casa y yo soy la anfitriona y ellos van a ser unos nobles invitados", afirma. Esa sensación de protección le ayuda a gestionar unos nervios que califica de "bonitos" porque nacen de la autoexigencia: "Cuando estás delante de los tuyos hay que multiplicarlo por 200, porque se lo merecen".
La fecha del estreno está cargada de simbolismo. Carmen Martín Gaite nació un 8 de diciembre, por lo que la representación del día 13 servirá como una "celebración de cumpleaños" en el año de su centenario y del 25º aniversario de su fallecimiento.
Galache invita a los salmantinos a acudir al Liceo no solo por la efeméride, sino por la experiencia única del teatro en vivo: "Lo bonito del teatro es que tú estás en el aquí y ahora, con lo cual ese acto es exclusivo para los que están ahí". La obra promete ser un viaje emocional donde convergen dos mundos que definieron a la escritora: "Dejarnos llevar por ese viaje donde existe la magia gallega y la magia salmantina, que era lo que tenía Carmen".