Vamos acabando el año y vemos que no hay servido para nada. No sabemos si se crea trabajo pero los españoles no son contratados, no sabemos si se vende vivienda ni a quién, aunque los precios son más baratos proporcionalmente que con Felipe González, no sabemos si suben las pensiones, si sabemos que desde el euro los sueldos no han subido, seguimos con el mil eurista, y si sabemos que los que hacen no sirve para nada. Si existe convivencia pero los españoles no pueden celebrar sus costumbres y si lo hacen con miedo. Podemos practicar nuestra religión pero discretamente no sea que las minorías se enfaden. La Casa Blanca felicita la festividad de la Inmaculada pero el Gobierno y la Casa Real no dicen nada.
El 61% de las violaciones de inmigrantes a mujeres nacionales acaban en SIDA pero nadie dice nada, ni salen las charos a la calle. Los campamentos de ilegales sin documentar ni pasar por ningún control sanitarios florecen en todas las provincias pero hay que ser solidarios. Europa no se prepara para la guerra sino para el colapso, ocultado tras unos discursos que buscan un enemigo común que no es Rusia sino la UE. Las economías se están desmoronando, las clases medias van desapareciendo, la gente no puede pagar ni la comida ni el alquiler. Alemania está en quiebra técnica, el dinero se ha acabado, todo por seguir la agenda woke, la 2030 y su cambio climático. Europa tiene un problema pues se han expulsado a las empresas, la inversión y la innovación, además de su jóvenes más preparados.
Benedicto XVI anunciaba que “el mal quiere dominar al mundo y es necesario luchar contra el mal. Vemos como lo intenta de muchos modos, con diferentes formas de violencia, pero también enmascarado como el bien para destruir las bases morales de la sociedad”.
Alguien ha visto pájaros muertos en el campo pero las gallinas están encerradas comiendo sin poner huevos que vendrán de países sin control sanitario, las vacas tienen dermatosis y la carne a precio de oro, los jabalíes contaminado por una mala gestión sanitaria de un laboratorio presuntamente y los cerdos confinados, el año que viene comeremos gusanos y saltamontes como Juan el Bautista y seguiremos obedeciendo órdenes de Europa, o lo que es lo mismo de Marruecos. Mientras entregaremos más de un millón de carnets de conducir a marroquíes sin examen mediante trámite telemático.
Nietzche por su parte decía que “cuando estamos cansados, nos atacan ideas que vencimos hace mucho tiempo”. La vivienda es escasa pero no es una fatalidad es la causa política de crear una clase dependiente. Los gobiernos imponen límites a la construcción e hiperregulación, limitan el suelo, penalizan al propietario, al constructor, incentivan la okupación y suben los impuestos dificultando el ahorro y la compra a la clase trabajadora. Los gobiernos que gastan en exceso reducen el valor real de los salarios y el ahorro.
Europa es la responsable del 7 por ciento de la contaminación mundial, China del 30 por ciento pero la UE sigue queriendo salvar el planeta con nuestra prosperidad y dinero. Mandamos dineros a ONG y cuando llega el Tribunal de Cuentas ya no existen, mientras el noroeste de España se va apagando por muchas luces que se pongan.