El grupo de teatro 'Lazarillo de Tormes' ha finalizado la gira de su obra 'Buscando a Nebrija' con la representación número 300 en Navasfrías. Impulsado por la Diputación de Salamanca desde diciembre de 2021, el proyecto ha llevado las artes escénicas a 283 localidades de la provincia y otras regiones de España, congregando a más de 30.000 espectadores y logrando un notable éxito cultural en el mundo rural.
El grupo de teatro 'Lazarillo de Tormes' ha puesto el broche final a su obra "Buscando a Nebrija" con la representación número 300 en la localidad de Navasfrías. Este proyecto, impulsado por la Diputación de Salamanca, ha llevado las artes escénicas a casi todos los rincones de la provincia desde su inicio en diciembre de 2021.
La función de este pasado lunes en la iglesia de Navasfrías supuso el cierre de un extenso recorrido cultural. La iniciativa, una idea del Área de Cultura de la Diputación de Salamanca, ha permitido que el teatro llegara a la Salamanca rural gracias al trabajo del escritor y director Denis Rafter y del productor Javier de Prado.
El elenco, compuesto por nueve actrices, actores y músicos, ofreció una última actuación cargada de emoción ante los vecinos de la localidad. Para los integrantes del grupo "Lazarillo de Tormes", fue el final de un viaje que ha transformado tanto al público como a los propios artistas, que se subieron por última vez al escenario para este montaje.
A lo largo de estos años, "Buscando a Nebrija" se ha representado en 283 localidades salmantinas y en cinco ocasiones en la capital charra, destacando la función número 200 en el patio de La Salina. El periplo de la obra ha trascendido las fronteras provinciales, llegando a un total de seis comunidades autónomas y diez provincias diferentes, incluyendo enclaves simbólicos como Lebrija, Alcalá de Henares o la zona de La Serena en Badajoz.
El éxito de la gira, que ha congregado a más de 30.000 espectadores, no habría sido posible sin la colaboración de los ayuntamientos y los párrocos de las tres diócesis salmantinas. Estas instituciones abrieron las puertas de las iglesias, que en muchos casos eran el único espacio disponible para albergar un montaje de gran formato, garantizando así su llegada a cada pueblo.
El público, como en Navasfrías, ha respondido con largas ovaciones y felicitaciones en cada función, agradeciendo la oportunidad de vivir una experiencia cultural de esta categoría en sus propias localidades.