Un rey árabe atravesaba el desierto cuando de pronto se encontró con la peste. El rey se extrañó de encontrarla en aquel lugar:
—Detente, peste, ¿a dónde vas tan deprisa?
—Voy a Bagdad- respondió entonces ella- Pienso llevarme unas cinco mil vidas con mi guadaña.
Unos días después, el rey volvió a encontrarse en el desierto con la peste, que regresaba de la ciudad. El rey estaba muy enfadado, y dijo a la peste:
—¡Me mentiste! ¡Dijiste que te llevarías a cinco mil personas y murieron cincuenta mil!
—Yo no te mentí — dijo entonces la peste—Yo sesgué cinco mil vidas… y fue el miedo quien mató al resto.
La fábula enseña que el miedo puede ser tan destructivo o incluso más que la propia enfermedad o el problema real. El pánico y la ansiedad causan gran cantidad de sufrimiento y muertes adicionales, una lección que se extrae de la comparación entre la muerte directa causada por la peste y la muerte indirecta provocada por el pánico que generó.
¿Cuál es el significado del rosco que llevan casi todos los mandatarios sobre la Agenda 2030?
En 1992, la ONU creó la Comisión por el Desarrollo Sostenible, después de celebrarse la Cumbre de la Tierra. Unos años después, en Nueva York, el 25 de septiembre de 2015, nacieron los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
¿Y de qué objetivos habla la mencionada Agenda?
Acabar con el hambre y la pobreza, lograr la igualdad de género en todo el mundo, conseguir que la humanidad tenga acceso a agua potable y a energía asequible y limpia, construir instituciones justas y tomar medidas hacia el cambio climático
Osea un mundo idílico…, pero eso ni en los cuentos existe.
Los ODS no han impulsado la transformación de las instituciones ni de las políticas hacia un modelo más sostenible. Solo ha servido como una herramienta de comunicación; han facilitado el uso de un lenguaje y un discurso sobre sostenibilidad que ha sido adoptado por instituciones, empresas y organizaciones del mundo occidental, pero "es un discurso que casi siempre se usa para legitimar estrategias que ya existían”. “Al final, lo que hace falta es verdadera voluntad. Necesitamos políticos audaces que sean capaces de tomar decisiones para avanzar. ¡Ojo pero que estas medidas sean reales y beneficien al pueblo!
Científicos valientes no apuntan a un cambio climático radical. Todo será lento, mucho más lento de lo que los agoreros quieren infundir… No olviden que cuando hablan de consenso, es no decir nada, en la ciencia no existe tal palabra. El CO? que ellos condenan, es necesario para la fotosíntesis de las plantas, imprescindible para animales y personas.
Les ha faltado decir que cuando Al Gore comenzó en 2007 a predicar el apocalipsis por culpa del hombre, iba con su avión privado, tenía un patrimonio de unos 2,5 millones de dólares y ahora se calcula una fortuna de más de 350 millones. ¡Olvidó lo que contaminaba su avión!
Recordar siempre es bueno, y responder a preguntas incómodas es de valientes, y la comunidad científica debe disertar siempre, porque el cambio climático es una herramienta política que desea infundir MIEDO.