Incluida en el circuito de matanzas de la Diputación de Salamanca, la jornada se centró en el sacrificio y despiece del cerdo, combinando el rito matancero con actividades de folclore, teatro y una comida popular para todos los vecinos
El Milano ha celebrado este domingo una nueva edición de su Fiesta de la Matanza Tradicional, un evento que forma parte del circuito de matanzas promovido por la Diputación de Salamanca para la puesta en valor de las costumbres más arraigadas de la provincia. La jornada, marcada por el buen ambiente vecinal, ha tenido como eje central el ritual del sacrificio y despiece de un gorrino blanco de 215 kilos, permitiendo a los asistentes rememorar las labores que antaño garantizaban la despensa de las familias durante el invierno.
La actividad comenzó con el tradicional desayuno a base de pastas y licores para coger fuerzas antes de la faena. El proceso siguió fielmente los pasos del rito tradicional, comenzando por el chamuscado del animal utilizando paja de centeno, una labor que se complementó con la ayuda de un quemador de butano para asegurar la limpieza en las zonas de más difícil acceso. Posteriormente, se procedió al lavado y raspado del cuero, unas tareas en las que participaron activamente varios vecinos del municipio junto al empleado municipal. En estas labores, aportando también su característico buen humor, estuvo el concejal Simón Vicente, quien se implicó en el proceso hasta el despiece del gorrino
Una vez el cochino estuvo chamuscado y limpio, tomó el mando el matarife Cesáreo Martín Valle. El maestro matancero hizo gala de una notable destreza y rapidez, deshaciendo el marrano 'en un santiamén'. El proceso de despiece comenzó con la separación de la cabeza del tronco, para continuar meticulosamente con la extracción de la cinta con panceta y manto. Acto seguido se retiraron el hunto, las tripas y vísceras, momento en el que se tomó la muestra del diafragma necesaria para el examen veterinario de triquinosis, garantizando así la seguridad alimentaria.
El trabajo sobre la mesa de despiece continuó con la separación de los costillares, el espinazo, el cabecero y los lomos. Finalmente, se extrajeron los jamones y las paletas, piezas que en esta ocasión conservaron patas y manos. Esta fase permitió cortar las hojas de tocino en pequeños pedazos, haciendo desaparecer prácticamente el cuerpo del marrano de la mesa. El proceso concluyó con el despiece de la cabeza, de donde se aprovecharon orejas, jeta, barbada, lengua, carrilleras y los sesos, haciendo bueno el refrán de que "del cerdo, hasta los andares".
La jornada tuvo un marcado carácter festivo gracias a la animación cultural. La banda sonora la puso el tamborilero de Doñinos, Adolfo Rebollo, que amenizó la mañana con los sones charros de la gaita y el tamboril. Por su parte, el toque de humor y teatro costumbrista corrió a cargo del actor de Alúa Teatro, Daniel Gómez Iglesias, quien interpretó a su personaje 'Vicenta', interactuando con el público durante todo el proceso.
Los más pequeños también tuvieron su espacio de protagonismo en la transmisión de este legado cultural. Los niños participaron primero raspando y limpiando el cuero del cochino tras el chamuscado y, posteriormente, pudieron aprender las artes de la chacinería en un breve taller de elaboración de chorizos. Mientras se desarrollaba el despiece, el público asistente pudo degustar chorizo asado a la brasa.
El broche final a esta Fiesta de la Matanza en El Milano lo puso la gastronomía. Tras realizarse una subasta de las distintas piezas extraídas del gorrino, vecinos y visitantes compartieron una comida popular compuesta por las típicas patatas meneás y chichas del mondongo. La celebración concluyó con un baile popular al ritmo del folclore tradicional, cerrando así una jornada de convivencia y respeto por las raíces salmantinas.