Diríamos, mejor, las imbecilidades de PPayuso. Sí, esos exabruptos o groserías, que al dictado de M.A.R. (su jefe de gabinete, M. Ángel Rodríguez) nos recita cada mañana desde su tv, Telemadrid, o en la Asamblea de Madrid. Y también en redes sociales, sitio ideal para soltar sus atolondradas teorías.
Luego se sorprende de quién ha podido alentar la violencia en las calles. Ayuso no para, desde insultar gravemente al presidente (que es ya es tema recurrente) hasta invocar y resucitar a ETA y a sus muertos, reviviendo el fantasma de ETA.
Y provocando con ello el odio y el rencor en las calles permanentemente. Lo de ETA, ya huele hasta mal, de las veces y años que lo ha repetido…"ETA está preparando su asalto al País Vasco y a Navarra, en complicidad con Pésanchez.” ¡Por dios, Ayuso!
Para completar la jugada, además de lo de Pésanchez chorizo, y a la calle, o a prisión, etc., PPayuso también atacó a la Venezuela de Maduro, para que no quedase ningún frente sin cubrir.
Ahora nos vuelve insultando e injuriando a Pésanchez, diciendo lo de perro y “me gusta la fruta”. Cosa que repite también su pareja González Amador.
¿Qué aporta esta dictadorzuela al electorado del PP y a la ciudadanía madrileña?
Sin embargo, en la fachería de Madrid genera muchas risas, cachondeo y viva la madre que te parió de. Tiene muchos fans, más cerca de VOX que del PP clásico, conservador, no el de Feijóo, ni de lo ´voceros´Telléz y doña Cuca.
Parece la emperatriz de Chamberí, con mando en Madrid y por encima de PPalmeida y por encima de su “perrosánchez”.
Ya hace días, varios diarios anunciaban que “Ayuso quiere certificarse como la única voz legítima de la derecha dura y de una parte de la extrema derecha.” Efectivamente no desea simplemente que Vox se debilite…Quiere hacerse con un montón muy significativo de sus electores y de sus demandas cercanas al fascio. Un PP duro más alejado de su conservadurismo tradicional.
En unos registros efectuados en la Comunidad de Madrid han aparecido actas sobre muertes en residencias: ”No fueron admitidos muchos en el hospital ni tuvieron paliativos”. Así de crudo: murieron muchos de ellos.
Le salpican los escándalos de sus gestores en el tema sanitario metiéndose en el sistema público de salud, favoreciendo a los que se enriquecen a costa de la salud de los ciudadanos. Pablo Gallart, el CEO de la empresa gestora del hospital público de Torrejón fue el que ordenó rechazar pacientes para ganar más.
Los registros en la Consejería de Políticas Sociales y varias organizaciones que visitaron los centros hablan de casos en los que “se niegan a hacer traslado por no cumplir criterios y el paciente fallece.” Y describen la falta de recursos: “El personal auxiliar lleva dos meses durmiendo en la residencia.”
En 2023 Ayuso proclamó;" Contamos con todos los españoles de bien, con la Corona, con el poder judicial, con los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, con las Fuerzas Armadas. Esta nación no se dejará doblegar por un pacto entre un político fuera de control y unas minorías rabiosas y corruptas".
Encima, con estas palabras, denigra a la ciudadanía y todos los españoles de bien. Y con esas proclamas, muy mal le hace a la Corona, a las fuerzas Armadas y a las fuerzas conservadoras democráticas.
Influye descaradamente en los juzgados de la Audiencia de Madrid y en el Colegio de Abogados, a favor de su pareja, con su poder en lo judicial y en la política de Madrid.. Sí, porque es un ´chorizo´ recalcitrante. Y encima “chulea” de su novio Alberto González Amador, defraudador de mas de 350.000 euros a hacienda entre otras fechorías fiscales.
Además de la sanidad pública, también las enseñanzas públicas, especialmente las universidades madrileñas, las "pauperiza" hasta el extremo.
PPayuso riega abundantemente con publicidad las radios y medios de comunicación de derechas y beneficia a los obispos, especialmente a Losantos e Intereconomía, etc., etc. etc.
El clan Ayuso, con ella como dictadorzuela de “Chamberí", (además de “emperatriz” facha), busca potenciar el bloque reaccionario (su línea dura “pepera” y Vox).
De nosotros depende pararla o consentirla. Las fuerzas progresistas deben dar a PPayuso, y sus secuaces, una respuesta contundente, en la calle y en las urnas.