En Aeolia, (Aeolia es una escultura interactiva de gran formato que convierte el aire en palabras: un aerogenerador de textos que “reescribe” el Quijote mediante un sistema de inteligencia artificial. Esta instalación transforma la energía del viento en lenguaje) Solimán López “el visionario” propone reescribir el Quijote, mediante la IA con textos de Cervantes, desde una perspectiva de género y filosófica-distópica ecológica.
Según el director del maltratado Instituto Cervantes, «el proyecto no revisa el texto original, sino que lo reinterpreta como metáfora del pensamiento humano frente a la máquina, planteando una reflexión sobre la autoría, la memoria colectiva y la sostenibilidad simbólica».
Se trata, en definitiva, de obtener un “Quijote mejorado a partir de las aportaciones de pensadores contemporáneos”.
La obsesión de Luis García Montero con el lenguaje inclusivo viene de tiempo atrás. El director del Cervantes, ¡qué largo le viene el cargo! Ya se había mostrado en el pasado partidario del lenguaje inclusivo y afirmó que se siente incómodo con el plural masculino genérico y que prefiere el doble plural (ciudadanos y ciudadanas) o el empleo de palabras como “ciudadanía”, que engloben a hombres y mujeres.
De hecho, el Anuario del Instituto Cervantes 2025 ‘El español en el mundo’, el 29 de octubre de 2025, recoge esta postura y llega al extremo de afirmar que la Constitución de 1978 «carece de plena legitimidad democrática» por no estar redactada con lenguaje inclusivo.
Esta postura, sin embargo, la ha rechazado la RAE en varias ocasiones. La última, durante la apertura del curso académico 2025-2026, el pasado 23 de octubre, donde el director de la Real Academia Española, Santiago Muñoz Machado, afirmó que «a nadie se le ha ocurrido fijar la gramática por decreto o someter el diccionario al capricho gubernamental», «hasta hoy». Diría el viejo Sancho: "Cosas veredes, amigo Sancho, que non crederes"
Con la versión revisada, Don Quijote será gay. Sancho Panza, un transgénero, y Dulcinea del Toboso, lesbiana. Y no se habrá echado don Quijote a los caminos para desfacer entuertos, sino para luchar contra el heteropatriarcado con perspectiva de género y promover el feminismo entre la Santa Inquisición.
Pasa lo mismo con obras clásicas de teatro. Piensan que hay que reescribirlas para darles sentido. Cuando lo único que se necesita es hacer una buena puesta en escena para ambientar la obra: decorados, vestuario, etc., cosa que ahora todo es minimalista. Desgraciadamente, estos personajes, como no brillan, utilizan la herramienta de lo clásico y lo destrozan.
Cuidado, que el “Camino de Yenán” preconizado por Mao al caso de culturetas e intelectuales consiste en aprovechar las ambiciones de estos, y en particular las de todos aquellos que no logran escalar posiciones importantes por méritos propios en sus respectivos campos de actividad; ponen a su alcance los recursos necesarios para divulgar su obra y desarrollar sus carreras, proporcionándoles todo el apoyo posible a cambio de fidelidad, convirtiéndoles en dúctiles y obedientes “servidores de conveniencia”.
Este tío no debe estar en sus cabales, ni tampoco los que aplauden su idea, tal que el ministro de Cultura o descultura.
¡¡¡Qué razón tiene don José Cabrera!!! ¡¡¡Qué tiempos aquellos en los que solo había un tonto en cada pueblo!!!
Hoy son millones los paniaguados junta letras y tespianos.