El Ayuntamiento de Vitigudino confirma que no repercutirá la nueva tasa de basuras a los vecinos gracias al ahorro generado por la municipalización del servicio. El cambio de gestión ha permitido reducir el coste anual en cerca de 90.000 euros, creando margen suficiente para absorber los nuevos impuestos
Los vecinos de Vitigudino pueden estar tranquilos. A pesar de la implantación de la nueva tasa de basuras creada por la Unión Europea e impuesta por el Gobierno central, para que pague más el que más ensucie, el recibo que pagan por la recogida de residuos no experimentará ninguna subida. Así lo ha confirmado el alcalde del municipio, Javier Muñiz, quien ha explicado que el cambio en el modelo de gestión del servicio, ahora asumido directamente por el Ayuntamiento, ha generado un ahorro tan significativo que permitirá absorber el nuevo impuesto sin repercutirlo en los ciudadanos.
El Consistorio ha puesto fin a un sistema de externalización que, según ha detallado el regidor, resultaba "carísimo siempre". La decisión de municipalizar el servicio no ha sido improvisada, sino el resultado de un análisis detallado de los costes que soportaban las arcas municipales. Anteriormente, el desembolso anual rozaba los 160.000 euros, una cifra desglosada en casi 100.000 euros para la empresa encargada de la recogida domiciliaria y cerca de 60.000 euros para el Consorcio para la Gestión Integral de Residuos de la provincia de Salamanca (GIRSA), dependiente de la Diputación, donde se depositan los residuos.
"Estábamos pagando casi 100.000 euros al año, solo de recogida domiciliaria", ha precisado Muñiz. Este coste se disparaba en periodos de alta afluencia como Semana Santa, agosto o navidades, cuando cada día extra de servicio suponía un desembolso adicional de 500 euros, elevando algunas facturas mensuales hasta los 12.000 euros. A esta cantidad se sumaban los pagos trimestrales a GIRSA, que rondaban los 15.000 o 16.000 euros. "Pagar 160.000 euros de basura es un dineral para Vitigudino", ha sentenciado el alcalde, subrayando la inviabilidad de mantener dicho modelo.
La solución implementada por el equipo de gobierno ha sido una apuesta por la gestión directa y la optimización de recursos. El Ayuntamiento ha adquirido un camión de segunda mano, una operación que se inició con un alquiler de varios meses para "tener garantía que el camión funcionaba bien y no tendríamos problemas". Superado el periodo de prueba, el vehículo se comprará de forma definitiva por un coste reducido.
Este cambio en la logística se ha complementado con una reestructuración del personal. El servicio funciona actualmente con un chófer a media jornada, cuyo coste está cubierto por una subvención, y un ayudante subrogado de la anterior empresa con un contrato parcial. Gracias a esta fórmula, el coste de personal es prácticamente nulo. El resultado es un drástico recorte en los gastos. "Hay un ahorro mínimo de 80.000 o 90.000 euros que tenemos", ha afirmado con rotundidad el alcalde.
Este colchón económico es la clave que permitirá al Ayuntamiento de Vitigudino hacer frente a la nueva tasa estatal sin que los vecinos lo noten en sus bolsillos. "No habría que subir, porque lo compensa la bajada del coste que tenemos ahora mismo", ha aclarado Muñiz, despejando cualquier duda sobre una posible subida a corto plazo.
Aunque la situación actual es de estabilidad, el alcalde se ha mostrado consciente de los posibles cambios futuros. GIRSA ya ha comunicado su intención de incrementar sus tarifas en aproximadamente un 25%, una medida que, según la Diputación, podría aplicarse a partir del verno próximo. Este aumento supondría un coste extra de unos 24.000 euros anuales para el municipio.
Sin embargo, incluso en ese escenario, el ahorro generado por el nuevo sistema de recogida directa seguiría ofreciendo un amplio margen de maniobra. "Incluso aunque subiese, todavía quedaríamos con margen comparado con lo que pagábamos hasta ahora", ha manifestado el regidor. Por tanto, la subida de GIRSA, aunque relevante, no implicaría necesariamente una subida inmediata del recibo a los vecinos.
El Ayuntamiento también ha explorado otras fórmulas para que "pague más el que más ensucia", como la venta de bolsas de basura oficiales o el uso de tarjetas magnéticas para la apertura de contenedores. No obstante, Muñiz ha reconocido que estos sistemas son "muy complicados" de implementar y presentan problemas de control. Por el momento, el mensaje para los vitigudinenses es claro y tranquilizador. "Tienen que estar tranquilos, no se va a subir para nada la basura", ha concluido el alcalde.