Empieza a dar igual lo que pase. Tristes días de otoño antes de la Navidad. Las gallinas encerradas en los gallineros han dejado de poner, aunque en Portugal que está aquí al lado no están confinadas. Nos dejamos hacer todo lo que quieren porque ya no hay huevos de ninguna clase, ni dignidad ni vergüenza. Mientras haya para una caña y el fútbol somos felices. Los demás que corran. Son tiempos bochornosos. Da igual que dimita el FGE que nos importa. La mentira de la mentira tiene un recorrido sin fin.
Las relaciones de pareja agonizan porque el hombre moderno ha perdido el sentido de liderazgo y sacrificio. La mujer ha perdido el sentido del servicio. El ego y la soberbia no conocen el verdadero amor.
La desmemoria de la vergüenza permite que existan estatuas de personajes indignos y traidores a España. Las estatuas de Bolívar que llevo a cabo un genocidio sistemático de españoles y nativos no tienen cabida en Sevilla, Madrid y Barcelona. Hace 212 años Bolívar mandó asesinar en Venezuela a 1200 españoles. Compañeros de armas y vecinos, de los cuales dos tercios eran canarios. Les amputaban las piernas y brazos antes de quemarlos vivos sin distinguir entre hombres, mujeres y niños. Los sucesos son incontables.
Cuando algunos recordamos que nuestros padres y abuelos podían comprarse una casa, una segunda vivienda y un coche, además de dar estudios a los hijos no es que sus sueldos fuesen estratosféricos comparados con los de ahora. El estado no robaba a los trabajadores, no había ni IRPF (1978) ni IVA (1986). El dinero fruto del trabajo circulaba y repartía riqueza entre los ciudadanos. No se necesitan tantos impuestos para vivir mejor. España necesita ideas fuertes a las que los ciudadanos quizás no están acostumbrados, entre ellas trabajar sí o sí, cueste lo que cueste, paguen lo que paguen. Reducir el tamaño del Estado, recuperar el control de la soberanía y de las fronteras, simplificar la normativa fiscal, y deportaciones somos suficientes no se necesitan a tantas personas cuando la tecnología las está asumiendo. Hace falta alguien que tenga experiencia y sepa liderar. Hoy por hoy nuestro sistema está quebrado por un sinfín de políticos irresponsables que llevan décadas estafando a los españoles. A los parados oficiales se suman los subempleados e inactivos voluntarios, hasta alcanzar los casi 5 millones de desempleados. Golpea a jóvenes, mujeres y mayores. Mires donde mires alrededor sólo hay miseria. Sólo con mirar al lustre de los zapatos el país queda retratado.
Cuando el presidente dice gobernaremos sin el parlamento, es que están gobernando con unos PGE que aprobaron unas Cortes que ya no existen. Es una anomalía de libro. Si no son capaces de presentar unos PGE váyanse, no se puede gobernar. Nos quedaremos todos preguntándonos por qué dejamos que nos desmontaran el país como si fueran estanterías de una tienda. No hay justicia independiente, no hay división de poderes, no hay libertad de expresión, no hay control del poder político, no hay soberanía nacional, no hay control de fronteras, no hay control en las elecciones. El momento da que pensar.
Ucrania ha firmado un acuerdo con Francia para adquirir 100 aviones Rafaelle, los segundos más caros del mercado en este momento, pero hay un matiz los aviones aun no existen ni el dinero para pagarlos sino hasta 2035. El anuncio es un fracaso más de Zelensky y Macron. De lo que han pactado aquí en España será más de los mismo. Humo. Es como pagar las bolsas de plástico en el supermercado por aquello del medio ambiente cuando te llevas la bolsa llena de envases de plástico. El bingo sigue con la baliza sólo para los vehículos españoles, que es una imposición sin pies ni cabeza al puro estilo bolivariano.