España alcanza las 1.333 víctimas mortales desde 2003 tras confirmarse 38 asesinatos en lo que va de año, mientras la provincia registra un aumento de las peticiones de ayuda
Cada 25 de noviembre, el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, pone el foco en una lacra social que persiste a pesar de los avances. En Salamanca, las cifras oficiales reflejan esta realidad con 658 casos de violencia de género actualmente activos y bajo seguimiento policial. Este dato, lejos de ser un número abstracto, representa a cientos de mujeres que viven bajo amenaza en la provincia.
La conmemoración de esta fecha sirve como un recordatorio de la necesidad de visibilizar todas las formas de violencia: desde la física, la sexual y la psicológica hasta su consecuencia más extrema, el asesinato. Aunque la concienciación social y los recursos institucionales han aumentado, los datos demuestran que el camino para su erradicación es todavía largo y requiere del compromiso de toda la sociedad.
A nivel nacional, las estadísticas de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género son contundentes. Desde que comenzaron los registros oficiales en 2003, un total de 1.333 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas en España. En lo que va de este año 2025, la cifra asciende a 38 víctimas mortales (datos actualizados a 17 de noviembre). En el histórico de la provincia de Salamanca, la cifra se mantiene en seis mujeres asesinadas.
Este contexto general encuentra su reflejo en la provincia, donde el trabajo de instituciones, fuerzas de seguridad y colectivos sociales es constante para ofrecer una red de apoyo a las víctimas y sus familias.
El Sistema de Seguimiento Integral en los Casos de Violencia de Género (VioGén) del Ministerio del Interior es una de las herramientas clave para medir el alcance del problema. A fecha de 31 de octubre de 2025, el sistema contabiliza en Salamanca un total acumulado de 4.914 casos, que han afectado a 4.409 víctimas desde su puesta en marcha.
De estos, 658 se consideran ‘casos activos’, lo que implica que existe un seguimiento policial en curso y medidas de protección vigentes. La distribución del nivel de riesgo asignado a estas situaciones revela la gravedad de los escenarios actuales: hay 543 casos de riesgo bajo (o no apreciado), 110 de riesgo medio, 4 de riesgo alto y destaca la existencia de 1 caso de riesgo extremo, el nivel máximo de alerta policial que requiere protección permanente.
El análisis por franjas de edad de los casos activos muestra cómo la violencia machista golpea a todas las generaciones, aunque con mayor incidencia en la mediana edad:
Más allá de la clasificación general, el sistema VioGén identifica situaciones de particular vulnerabilidad. En Salamanca, se han detectado 85 casos activos de especial relevancia, una categoría que alerta de una combinación de indicadores que aumentan significativamente la probabilidad de que el agresor ejerza violencia muy grave o letal. De estos expedientes, 80 están catalogados como nivel medio y 3 como nivel alto.
La violencia de género también impacta directamente en los hijos e hijas de las víctimas. Los datos actualizados a finales de octubre señalan un aumento en los registros de protección a la infancia: hay 15 casos activos con menores en situación de riesgo. De ellos, 14 se consideran de riesgo bajo y 1 de riesgo alto. A nivel histórico, la provincia registra seis menores que han quedado huérfanos como consecuencia de esta lacra.
El aumento de las cifras no siempre implica un incremento de la violencia, sino también una mayor capacidad de la sociedad y de las víctimas para denunciarla. Los datos judiciales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en Salamanca muestran un aumento del 25,3% en las denuncias registradas en los siete primeros meses de 2025 en comparación con el mismo periodo de 2024, pasando de 485 a 608 denuncias.
Este paso adelante se apoya en una red de recursos cada vez más consolidada. Prueba de ello son las 48 llamadas al 016 atendidas desde Salamanca en lo que va de año, un 20 % más que en 2024, de las cuales el 77,8 % fueron realizadas por las propias usuarias. Asimismo, el servicio ATENPRO de atención y protección contaba a cierre de agosto con 84 mujeres usuarias activas, un 6,3 % más que el año anterior.
Detrás de cada cifra hay una red de profesionales e instituciones que trabajan a diario para combatir la violencia de género. Desde las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que realizan la valoración del riesgo y el seguimiento, hasta los servicios sociales, pasando por el sistema judicial y sanitario.
Junto a ellos, el tejido asociativo de Salamanca, formado por asociaciones de mujeres, colectivos feministas y ONGs, desempeña un papel fundamental en el acompañamiento, la sensibilización y la reivindicación de políticas más eficaces. El 25N es una jornada para reconocer su labor y para que toda la ciudadanía renueve su compromiso con la construcción de una sociedad libre de violencia contra las mujeres.
Es fundamental recordar que existen recursos de ayuda gratuitos y confidenciales para cualquier mujer que pueda estar sufriendo violencia de género; entre ellos se encuentran: