La Fundación Tormes-EB y el Colectivo Bellotero de la Facultad de Biología impulsan esta acción de voluntariado ambiental en la ribera del río Agadón, que se completará próximamente con la plantación de castaños por parte de los vecinos.
La localidad de Monsagro avanza en la recuperación de su entorno natural tres años después del devastador fuego que asoló la zona. Treinta y cinco voluntarios participan durante este fin de semana en una jornada de reforestación organizada por el Ayuntamiento de Monsagro, la Fundación Tormes-EB y el Colectivo Bellotero de la Facultad de Biología.
El objetivo principal es acelerar la regeneración del monte en un área que sufrió la pérdida de más de 8.000 hectáreas durante el gran incendio de 2022. Aunque el paisaje ha comenzado a perder la negrura inicial y las lomas que protegen al río Agadón se cubren ya de una capa de jaras, brezos y carquesias, la masa arbórea sigue ausente en gran parte del territorio.
Esta intervención se enmarca dentro de un proyecto de investigación sobre las Reservas Naturales Fluviales —el tramo alto del río Agadón ostenta esta figura de protección— que la fundación desarrolla con la colaboración del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Desde hace tres años, se realiza un seguimiento exhaustivo del estado de las aguas, la flora y la fauna del lugar.
Durante las jornadas del 22 y 23 de noviembre, los voluntarios han centrado sus esfuerzos en una de las laderas del río. La actuación contempla la plantación de:
Además de la reforestación, el programa incluye labores de prevención. Se está interviniendo en la zona del Jardín Botánico para retirar restos de ramas y leña, una medida necesaria para reducir el riesgo de futuros incendios y facilitar el mantenimiento del entorno.
La iniciativa combina el trabajo de campo con actividades de ciencia ciudadana. Los participantes han podido conocer los usos tradicionales y culinarios de las plantas locales, así como los valores geológicos del municipio, que cuenta con el Museo de los Mares Antiguos, un espacio expositivo de referencia nacional.
La recuperación del ecosistema serrano no termina con la labor de los voluntarios universitarios. En los próximos días, los vecinos de Monsagro se sumarán a la iniciativa para plantar 600 castaños adicionales. Con esta segunda fase, la cifra total ascenderá a 1.600 nuevos árboles, un paso fundamental para revegetar la zona y "cerrar las heridas" que el fuego dejó en el paisaje.
Esta colaboración entre entidades públicas, organizaciones privadas, la comunidad universitaria y la participación vecinal busca devolver la identidad cultural al paisaje de Monsagro. No obstante, desde las entidades organizadoras recuerdan que aún queda mucho trabajo por hacer y solicitan las ayudas necesarias para continuar con la restauración de este valioso ecosistema.