Al parecer vivimos en un país donde la inferencia se convierte en verdad absoluta, obviando la realidad de las cosas en una suerte de fantasía balsámica. Algo así sucede con el Mercado Central. Según la “Estrategia de comercio minorista y rural de Castilla y León 2024-2027” promovida por la Junta “El comercio minorista, en términos generales, viene desde hace tiempo arrastrando una serie de problemas estructurales (…) que en este momento se han visto muy agravados por otros de carácter coyuntural (…) que hacen que el conjunto presente un horizonte preocupante, a corto y medio plazo”.
Obtenido en "Estrategia de comercio minorista y rural de Castilla y León 2024-2027".
El informe del Consejo Económico y Social de 2023 “El comercio de proximidad en Castilla y León” plantea “Hace ya varios años que el comercio minorista está perdiendo fuerza y reduciendo su presencia en la economía y en los núcleos de población. La situación se ha visto seriamente agravada como consecuencia de la pandemia (…), como a los cambios en el comportamiento de los consumidores que, si bien ya se habían iniciado antes del año 2020, se vieron fuertemente acelerados durante los meses de confinamiento y parecen haber calado en su forma de entender los hábitos de compra.”
Cuadros de la "Encuesta de Hábitos de Compra y Consumo 2024".
La Mesa de Participación (MPAC), varias federaciones y asociaciones de consumidores y usuarios junto a una gran cadena de distribución nacional, publica desde hace 10 años una “Encuesta de Hábitos de Compra y Consumo”. Según la de 2024 “Aunque la pandemia (…) parece que ya es historia, todavía hay hábitos que cambiaron durante esos años y empiezan a restablecerse, como puede ser la aceleración del uso de las tecnologías en las compras de alimentación y gran consumo.”
Y sigue “hemos avanzado en términos de movilidad con hábitos más sostenibles para ir a hacer nuestras compras, reduciendo el uso del vehículo particular para acudir andando en un mayor número de ocasiones. Además, como la cercanía es uno de los factores que elegimos para decidir el lugar de compra, se mantiene el liderazgo de los supermercados”. Curioso esto último, cada vez se instalan más en lugares donde sea posible añadirles, precisamente, aparcamiento.
Incluido en los informes "Alimentación en España" de 2012 y 2024 de Mercasa.
Según el ministerial informe del consumo alimentario en España 2024 “la demanda del mercado agroalimentario se ha mantenido estable, pero donde observamos diferencias en la evolución entre los distintos canales. Los supermercados, las tiendas de descuento y el comercio electrónico han incrementado su volumen de compras en un 1,2 %, 3,8 % y 0,8 %, respectivamente, mientras que hipermercados, tiendas tradicionales y otros canales han registrado una reducción en volumen frente al 2023 (con caídas del 3,0 %, 5,4 % y 3,5 %, respectivamente).”
"Distribución y Consumo" nº 169 de Mercasa, "Consumo alimentario en mayores de 65 años".
Mas adelante “La tienda tradicional, también conocida como canal especialista o de proximidad, distribuye el 11,1 % del volumen total de alimentos y este canal, en particular, tiene una mayor proporción en el segmento de alimentación fresca (25,8 %) en comparación con el resto de los alimentos (2,1 %).”
En la fachada este del Mercado, derecha de la foto, está la única puerta sin escalones o rampas.
A pesar de todo para el Mercado Central o la Asociación de Empresarios de Comercio, insisten esta semana, el problema está en la falta de autobuses para traer gente mayor. Cada vez más mayores, por cierto. Nada de hábitos de compra, o la despoblación de su entorno más próximo como es el centro. El autobús urbano sobre todo comunica con la periferia, donde también hay barrios más jóvenes. Por no hablar del Área Urbana Funcional (en terminología INE) o más comúnmente alfoz, servido por un sistema de transporte metropolitano ahora gratuito. El resto de la provincia, antaño cliente más puntual, aunque importante, parece definitivamente olvidado.
La última gran reforma del edificio seguramente fue necesaria estructuralmente, pero no abordó la incomodidad de estar demasiado anclado en el pasado. La accesibilidad de sus accesos es compleja (especialmente para mayores), salvo uno, así como la comunicación entre plantas. Quizás la dotación de ascensores interiores ayudaría a mejorar. Tampoco hay donde sentarse, fuera de los taburetes altos de los "gastrobares". Su comunicación directa con la Plaza Mayor tiene un desnivel importante salvado con escaleras. Concluyendo otra vez con transporte público, se ha propuesto estudiar líneas de microbuses eléctricos por el centro peatonal y conectados a la red. Aparte de repensar las paradas en la Gran Vía, en especial la de sentido norte.