El grupo salmantino presentará 'Alguien donde volver' este viernes 21 de noviembre en la Sala B del CAEM.
Nueve años de silencio discográfico han culminado en un regreso. La banda salmantina Sin Sentido vuelve a la primera línea con 'Alguien donde volver', su tercer álbum de estudio, un trabajo forjado a fuego lento durante casi una década y marcado por una pandemia que, lejos de ser un final, se ha convertido en un renacimiento. El viernes 21 de noviembre, a las 22:00 horas, el grupo presentará este nuevo proyecto en la Sala B del CAEM, en un concierto que su vocalista y guitarrista, David Martín, define como el momento más esperado de su carrera.
El camino hasta este nuevo álbum, compuesto por once canciones, no ha sido sencillo. Tras publicar su segundo trabajo, 'Que nos odien los poetas' (2016), la banda se ha enfrentado a un largo periodo de composición y reestructuración, interrumpido bruscamente por la crisis sanitaria. "Como puedes imaginar, al igual que para muchos proyectos en esa época, la pandemia fue un punto crítico para nosotros", explica David Martín en una entrevista con SALAMANCArtv AL DÍA.
La banda tenía material listo para grabar en 2020, pero el confinamiento obligó a paralizarlo todo. Sin embargo, lo que inicialmente fue un contratiempo se convirtió en una oportunidad para profundizar en su propuesta musical. Ese parón forzoso, según el músico, resultó ser una bendición inesperada. "Quizá ese parón nos llevó a trabajar mucho más los temas que ya estaban preparados, a explorar nuevos sonidos, a hacer cosas un poquito diferentes", reconoce.
El título del álbum, 'Alguien donde volver', encapsula el sentimiento de la banda durante estos años. "Queríamos volver a reencontrarnos con la gente después de esos años tan complicados y queríamos volver a reencontrarnos con algunos sonidos. Fue todo como un proceso de búsqueda", señala Martín. Este proceso se consolidó con la incorporación del bajista Pablo Hernández justo antes de la pandemia, completando la formación actual junto a Justo Martín (guitarra solista) y David Verdejo (batería).
El sonido de Sin Sentido en este trabajo es el resultado de una amalgama de influencias. Los cuatro miembros provienen de tradiciones musicales distintas, que abarcan desde el hard rock y el heavy hasta el rock más clásico, el rock en español o el pop punk. Este tiempo de reflexión les ha permitido fusionar sus estilos para crear algo único. "Creemos que todo este proceso de composición nos ha llevado a huir un poco más de los estereotipos de dónde veníamos cada uno y tratar de crear algo juntos entre los cuatro", afirma el vocalista. El resultado es un sonido reconocible que define la nueva etapa de la banda.
La presentación oficial del disco tendrá lugar en la Sala B del CAEM, un escenario que para la banda es "el mejor de toda Salamanca" en formato cubierto. El concierto del 21 de noviembre no será una actuación más, sino una "puesta de gala" preparada con el máximo cariño para su ciudad.
"Queremos dar un concierto especial. No va a ser un concierto corto, va a ser un concierto un poquito más largo, tocaremos todo el disco nuevo, repasaremos algunas canciones antiguas y, sobre todo, intentaremos darle ese toque de algo especial", adelanta Martín. Para ello, contarán con la colaboración de otros artistas de la escena salmantina, convirtiendo la noche en una celebración de la música local.
Aunque la Sala B del CAEM es el lugar elegido para este regreso, en la memoria de la banda permanece imborrable otro escenario emblemático: la Plaza Mayor. "Parece mentira que hayan pasado ocho o nueve años ya desde aquella noche", rememora David Martín sobre su actuación en las ferias de la ciudad. Aquella noche se convirtió en "un recuerdo para toda la vida" que el grupo anhela revivir.
"Disfrutar de un escenario tan emblemático, de la plaza más bonita de nuestro país, y poder hacerlo desde un escenario, es un recuerdo que nos morimos de ganas de volver a revivir", confiesa el vocalista. Ese deseo de regresar al corazón de Salamanca sigue más vivo que nunca. "Si este álbum abre un poquito la puerta para ello, que tengan por seguro que no tendrán que llamarnos dos veces", asegura con determinación.
Pese a la emoción del regreso, David Martín ofrece una reflexión crítica sobre el panorama musical de la ciudad. Considera "profundamente injusto" que la calidad de las bandas locales no siempre se corresponda con las oportunidades disponibles. "La calidad de muchas de las bandas y de grupos que hay en nuestra ciudad es innegable, porque está demostrada por sus éxitos tanto en Salamanca como fuera de ella", afirma.
El principal problema, según el músico, es la progresiva desaparición de locales que apuestan por la música en directo. "En Salamanca últimamente estamos adoleciendo cada vez más de sitios que apuesten por la música en directo. Muchas de las salas donde tocábamos hace 10 años han ido desapareciendo poco a poco, y es una lástima, porque al final es una reducción de la oferta y una reducción del escaparate que tienen los artistas de la ciudad", lamenta.
Aunque admite que es difícil conocer las causas exactas de cada cierre, apunta a que "la ecuación por algún sitio no está saliendo". Señala que las condiciones ofrecidas por algunos locales son a menudo "inasumibles para cualquier banda novel", lo que dificulta el crecimiento de nuevos proyectos y debilita el tejido cultural.
El compromiso de Sin Sentido se mantiene intacto a pesar de los obstáculos y la distancia física. Dos de sus miembros, el propio David Martín y el bajista Pablo Hernández, residen fuera de Salamanca, en Madrid y Valladolid respectivamente. Para que el proyecto funcione, la organización y la dedicación son fundamentales, basadas en una regla no escrita: "El grupo es lo primero".
Todo ese esfuerzo converge en el objetivo más importante: el concierto en casa. Para Sin Sentido, tocar en su ciudad es la recompensa a años de trabajo, un sentimiento que va más allá de las aspiraciones habituales. "Hay gente que piensa que los artistas queremos llenar grandes estadios en otras ciudades, pero tú realmente lo que quieres es tener una presentación como la que esperamos tener en nuestra ciudad", confiesa Martín.
Esa conexión con sus raíces es el motor del proyecto. "Tocar en Salamanca para nosotros es algo completamente diferente, es algo especial y es, digamos, el punto de culminación de este trabajo y el inicio de la gira posterior", concluye.