OPINIóN
Actualizado 19/11/2025 08:05:33
Isaura Díaz Figueiredo

El último acontecimiento ocurrido en Méjico con la presencia del ministro Albares, el chiquitín está siempre dispuesto a desprestigiar a España. La calle es lo merecido a un representante de nuestra nación que intenta por todos medios adular a dictadores comunistas. México debe agradecer a España no solo la lengua, sino ser un país civilizado: universidades, tecnología, derecho y justicia…. López Cobrador no supo lo que decía y su sucesora, la Sheinbaum, de origen judío, lituano y búlgaro. Segunda hija del matrimonio entre Carlos Sheinbaum Yoselevitz y la bióloga Annie Pardo. Carlos Sheinbaum formaba parte de la comunidad judía asquenazí originaria de Lituania que llegó a México en la década de 1920. Su padre era comerciante de joyas y militaba en el Partido Comunista Mexicano. La familia practicaba las tradiciones judías, incluida la celebración de fiestas importantes y el mantenimiento de las costumbres asquenazíes. Annie Pardo, madre de Claudia, procede de una familia de judíos sefardíes búlgaros. No se puede hablar de personas oriundas del Méjico con ese apellido, otro pájaro cantaría si fuera: Ocelotl, Netzahualcóyotl, Popoca, Chablé y Dzib. El país que hoy conocemos como México se independizó de España en 1821, lo que significa que no existía hace 500 años. pero Albares el chulapo madrileño … es tóxico y felón, necesita conocimientos sobre historia.

Una brevísima reseña sobre los orígenes de la presidenta judía. Falta un Adolf para ponerla en su lugar.

Dicho esto paso a algo referente a las muchas personas que, con la llegada de las fiestas navideñas y deseando lucir unas tallas menos en su vestimenta, utilizan OXEPIMC olvidando sus efectos secundarios: cuadros de depresión, angustia, tristeza permanente y cambios en su estado de ánimo.

No crean que esto sucede en los primeros 25 años del siglo XXI. Corría el año 1868 y Madame Rachel, fue una kamikaze de la estética londinense. Nacida en la miseria, superviviente, como en los cuentos de Carles Dickens, de entornos sórdidos, que vendiendo ropa usada y echando la buenaventura o las cartas del tarot, encuentra el filón en la Ley Seca de la reina Victoria que impuso contra los cosméticos vinculándolos a la prostitución. Madame prometía una piel nacarada, ocultando el arsénico y plomo que tenían sus ungüentos hasta que Lady Mary Tucker la denuncia por estafa.

La dama acudió a su consulta a fin de disfrutar de los amores de Lord Ranelagh, madame Rachel, le dice que este noble es muy exigente con sus amantes, por lo que tendría que tunear su físico… Pero aquel tuneo tuvo un traspié que terminó con Rachel en prisión.

Ozempic no es la ambrosía del siglo XXI. Recordemos que los dioses en la mitología griega comían el elixir de la eterna juventud, hoy los mortales se lo inyectan en la tripa a fin de no sentir hambre. La delgadez vuelve a ser el patrón de la belleza, y atrás, olvidado en el armario, quedó el intento de las mujeres "curvi". Ha sido el citado medicamento indicado para problemas de obesidad, pero qué mejor que tomar el atajo y llegar antes al propósito deseado. Ozempic es como el alcohol que produce borrachera y nadie desea pensar en la resaca. Pero los efectos están ahí: náuseas, daños renales y psicológicos, pudiendo llevar a intento o consumación del suicidio. ¿Qué lejos quedan los baños en leche de burra de Cleopatra y los de sangre de la húngara Erzsébet Bátohory, que mataba a mujeres vírgenes para hacer un macabro spa a fin de no envejecer?

No tenga traspiés y solo inyecte o haga dieta si su médico lo ha prescrito. Siéntase segura con su cuerpo, evite comidas copiosas y grasas, pero no olvide que los cuerpos necesitan, al igual que las catedrales contrafuertes.

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