Un repaso a algunas curiosidades del fin de semana deportivo
-Cuestión de altura: Los partidos de voleibol tienen su propio ritual de saludos, tanto antes como después de empezar, incluso marcados por pitidos del árbitro. En lo que respecta a la conclusión, hay un saludo entre los dos equipos con la red de por medio antes de que se saluden los componentes de cada equipo chocándose las manos en fila. Concluido el encuentro de juveniles de la mañana sabatina entre el Club de Voleibol Ciudad Rodrigo y el IES Tomás Bretón, en la ronda de saludos del equipo visitante los más altos se lo pusieron ‘complicado’ a las más bajas, ya que subieron las manos lo máximo posible, obligándoles a saltar.
-La bolsa: Los equipos del Ayto Carbajosa que se midieron al Club de Voleibol Ciudad Rodrigo en las categorías Infantil y Cadete trajeron una singular bolsa para recoger los balones de juego: una de basura.
-Invasión: Con los partidos de voleibol en marcha, el Pabellón Eladio Jiménez se vio ‘invadido’ por los alrededor de 150 participantes en la convivencia de los grupos de Antorcha Misionera de los colegios de la Congregación de las Misioneras de la Providencia de Ciudad Rodrigo, Salamanca y Talavera de la Reina (Toledo), que tuvieron que refugiarse en el lugar (hasta donde llegaron en autobús) ante las malas condiciones meteorológicas al aire libre.
-No tenía pinta de jugar: Entre los jugadores suplentes del Segosala que se midió en la tarde sabatina al III Juvenil había uno que no tenía demasiado pinta de salir a jugar, al ir con muleta, pero se pasó el partido de pie con el peto puesto.
-El cambio más largo del mundo: En el tramo final de ese partido de juveniles, Segosala empezó a sacar portero-jugador. En un momento dado en que el portero-jugador fue a darle el relevo al portero titular, hicieron mal el cambio, parando el árbitro la acción para sacarle amarilla. La cosa no quedó ahí, ya que el árbitro no dejó que se hiciera el cambio: los segovianos intentaron hacerlo bien antes de que el balón se volviese a poner en juego, pero el árbitro les dijo que no era posible, teniendo que ponerse bajo palos el portero-jugador, que encajó un gol.
-“¡Que lo tire Carlos!”: Cuando quedaban exactamente 1 segundo y 6 décimas para el final del partido entre los infantiles del III Columnas y el Atlético Benavente, el árbitro señaló una falta de los locales que suponía la 6ª, teniendo de este modo los visitantes un doble penalty a su favor, que se disponía a tirar un jugador de campo. Sin embargo, los cadetes del Atlético Benavente, que estaban en la grada viendo a sus compañeros de Club, empezaron a reclamar que lo tirase el portero que estaba en la pista, llamado Carlos, sumándose a la petición los jugadores que estaban en el banquillo. Al final, en medio de la indecisión, lo acabó tirando el jugador de campo.
-‘Consolando’: Una vez ya finalizado el partido de infantiles, Carlos fue reclamado desde la grada por los jugadores del equipo Cadete, que le saludaron cariñosamente entre broma y broma. Al fin y al cabo, la tarde fue ‘parecida’ para ambos: el Cadete perdió 10-4 y el Infantil, 12-1.
-El palco de la grada: Desde la temporada pasada empezó a haber unas sillas dentro del recinto del campo de césped artificial de los Campos de Toñete para que los espectadores puedan ver los partidos más cómodamente. Durante estos días, esas sillas han sido subidas a la grada del recinto, conformando así un ‘palco’.
-Amenaza de castigo: En el descanso del último partido del fin de semana en los Campos de Toñete, entre los prebenjamines del Ciudad Rodrigo y el Deportivo Salamanca CF, el técnico visitante lanzó una ‘advertencia’ a los suyos, que estaban más entretenidos en armar con unos balones que en escuchar sus indicaciones: “el que toque un balón no juega”.